Solo Talgo se encarrila
El «acuerdo» anunciado por Pradales sobre la participación de la Sepi en la compañía compensa el insuficiente bagaje en la cumbre con Sánchez
Talgo era el acompañante sobrevenido en la cumbre entre los gobiernos central y vasco, reunidos ayer en La Moncloa para escenificar la transferencia de un ... primer paquete de la Seguridad Social. El traspaso de las prestaciones no contributivas y del seguro escolar, entre otros pactos «relevantes» anunciados por el lehendakari, aligeran la carpeta de compromisos pendientes en el Estatuto de Gernika. Pero probablemente lo era más la posibilidad de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales confirmase su apoyo a la compañía ferroviaria vasca con 75 millones, en un momento crítico para sus finanzas. Tras la cita, Imanol Pradales desveló un «acuerdo» que «encauza» la participación del Estado para hacer «viable» la operación, aunque evitó concretar su alcance.
La línea de crédito que ultima la Sepi es clave para consolidar el futuro de la empresa. Unido al préstamo por el mismo importe suscrito por los inversores del consorcio vasco con el empresario José Antonio Jainaga al frente, garantiza las fortalezas exigidas por el 'pool' bancario para sostener la deuda de Talgo, que supera los 400 millones. Pero el «día importante para Euskadi» que reclamaba la representación encabezada por Pradales antes de la Comisión Bilateral tendrá que esperar. Talgo parece encarrilado; no así otros compromisos, según el jefe del Ejecutivo vasco.
La cita llegaba precedida del serio aviso lanzado por el PNV a Pedro Sánchez en el pleno sobre la corrupción que salpica a su Gobierno y que ha llevado a la cárcel a su último secretario de Organización en el PSOE, Santos Cerdán. La advertencia -«nuestra confianza va camino de la UCI»- seguramente ha calado en Sánchez, afanado en atar los apoyos de sus socios parlamentarios para sobreponerse a los escándalos y mantener la legislatura con un hilo de esperanza. Pero parece que no lo suficiente como para satisfacer todas las demandas de su aliado jeltzale, que deberá examinar el estado de su mermada relación.
Los traspasos anunciados ayer por el lehendakari y el «incumplimiento» de compromisos adoptados en la anterior cumbre arrojan un bagaje insuficiente. No suponen el arreón esperado por el Gobierno vasco, hasta el punto de que el lehendakari emplazó a Sánchez a «poner orden» para frenar las «resistencias» en su Ejecutivo. El viaje aún no ha terminado. Pradales se dio «semanas» para cerrar el acuerdo sobre Talgo, que viene a compensar su declarada decepción por el resultado de la reunión en La Moncloa.
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