Solidaridad y alertas en Texas
Las catastróficas inundaciones que han llevado el horror al centro de Texas este fin de semana, con más de cien víctimas entre fallecidos y desaparecidos, ... apelan en primer lugar a la consternación por el alcance de la tragedia y al denodado esfuerzo de los equipos de rescate por buscar supervivientes entre los restos de las riadas, con especial inquietud por los integrantes de un campamento infantil a orillas del río Guadalupe. Pero además de las debidas muestras de solidaridad, será necesario abrir un periodo de reflexión para abordar las causas de la devastación y el funcionamiento de los sistemas de prevención, con el fin de mejorarlos ante la evidencia de un cambio climático que provoca fenómenos meteorológicos cada vez más extremos. Las denuncias sobre la falta de alertas a tiempo y los recortes de personal en la agencia nacional de meteorología obligan a investigar a fondo para prevenirse en el futuro. El precedente de la desoladora dana de Valencia revela que una catástrofe de esa magnitud puede ser imparable una vez desatada. Pero también demuestra que puede detectarse a tiempo con una eficiente coordinación que aplaque sus consecuencias más letales.
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