Todo va
No hace falta decir si bien o mal. Basta con decir que todavía resistimos, ya es algo
Todo va mal, dice Lutxo este lunes. ¿Y cómo lo dice? Pues mirando al cielo: así es como lo dice. Como los antiguos. Como si ... el cielo tuviera la culpa de algo. Que no digo yo que no la tenga. Pero últimamente lo veo algo abatido al viejo y entrañable cenutrio. No obstante, a mí me parece mejor persona cuando está así. Un poco triste. Y cansado. Porque triste y cansado, en el fondo, ¿quién no lo está? Todos lo estamos. Tanto los que miran al cielo como las que no. Esa es la cuestión. Que ya estamos todos tristes y cansados, creo.
¿Y cómo podríamos dejar de estarlo? Eso no lo sabemos. Lo que pensamos es que ya siempre lo estaremos. Tristes y cansados, digo. Que ya no habrá vuelta atrás. Esa (y no otra) es la cuestión. Eso de que todo va mal, eso que dice Lutxo, lo dice ahora todo el mundo. Eso ahora lo dice todo el mundo, Lutxo, le digo. Y no descarto que así sea, ojo. No obstante, la noche de los tiempos es larga. Y la sed de justicia, creo yo, será prácticamente igual de larga. Pero más largo aún es el murmullo negro del universo, ese runrún profundo que sordamente susurra: 'todo va mal, todo va mal', desde el principio de todo.
Ya sabemos que todo va mal. Desde el principio de todo va todo mal, Lutxo, le digo. Eso no hace falta decirlo, le digo. Y me suelta: sí, pero yo quiero decir peor. Que todo va aún peor, esa es mi teoría, dice, poniendo el acento en la palabra teoría. Ahora resulta que aquí hasta el más esdrújulo tiene una teoría. ¿Y cómo se llama tu teoría? ¿La teoría peor?, le digo. Y me suelta: podría ser.
Ahora bien, ¿por qué nos alegramos de un nacimiento y nos entristecemos en un funeral? Porque no somos nosotros los protagonistas. Eso es al menos lo que decía Wilson El Chiflado, hace unos años. Lo pillas, ¿no? Si no lo pillas, no pasa nada. Aún nos sigue gustando confiar en que haya vuelta atrás, lo sé. Pero si te fijas, vuelta atrás nunca la ha habido. ¿Cómo va a haberla ahora que va todo mucho más rápido y alguna gente, cada vez más, se está empezando a asustar? Decir que todo va mal no es nada. Decir que todo va mal es un tópico bélico. No lleva a ninguna parte. Ahora, lo que hay que decirle a la gente es que todo va. No hace falta decir si bien o mal. Basta con decir que aún va. Que todavía resistimos. Lo cual ya es algo, claro, le digo a Lutxo.
Pero ni aún así consigo levantarle el ánimo. Y mira que es triste tener que levantarle el ánimo a un antagonista imaginario. En todo caso, habrá que seguir intentándolo. Ya sabemos que todo va mal, pero se trata de aprovechar el mientras tanto. Lo de siempre. E intentar no ponerse nerviosos. Eso, sí.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión