

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Ahora, en cuanto te equivocas en algo o cometes un error, por pequeño que sea, la gente te lo hace saber de inmediato. Con esa amabilidad especial que tiene ahora todo el mundo. Perdone, pero acaba de cometer usted un error, no sé si se ... había dado cuenta, te dicen. Para que te enteres, claro. Y no te queda otro remedio que responder: gracias, muy amable. Es una moda, supongo. Puritana, eso sí. A mí, en cualquier caso, no me molesta que me digan que cometo errores. Me hace gracia, de hecho. No sé muy bien por qué, pero me la hace. Puede que sea porque, casi siempre, el que me lo dice suele ser un cenutrio. O una cenutria.
Por ejemplo, a propósito del palacete. ¿A quién demonios pertenece el dichoso palacete? Vamos a ver, si no me equivoco, el palacete pertenecía a Franco porque se lo había regalado la Gestapo, ¿no? Pues ya está. No veo cuál es el problema. Si te lo regalan es tuyo. Es un obsequio. No importa de dónde lo hubiera sacado la Gestapo. La Gestapo era muy eficaz robando, sí, eso ya lo sabemos. Lo hacía muy bien. ¿Que se lo habían robado quizás al PNV? Ah, bueno, eso es otro tema. A nosotros no nos importa ese asunto.
Feijóo hizo bien, supongo, desde su punto de vista, negándose a aceptar las medidas sociales del decreto ómnibus para evitar que el palacete fuera devuelto a sus supuestos presuntos dueños originales. Todos sabíamos que lo iba a hacer. Pero entonces ¿por qué rectifica? Es raro. ¿Es una estrategia de confusión? Feijóo anda algo borroso y algunos lo están viendo ya. No todos, pero algunos sí. Y yo creo que su gran problema es sencillamente Sánchez. Sin más. La presencia de Sánchez, quiero decir. El concepto de Sánchez en toda su amplitud, Lutxo. Incluyendo su sonrisa de actor de cine, su forma de andar de estrella de la NBA, que sepa inglés, que todo le salga bien, que ayude a los pobres, etcétera. Todo lo que abarca la idea de Sánchez en su orondo conjunto, a Feijóo se le hace bola. Es obvio. Le aturde, le marea, le saca de quicio.
El PP es un partido para gobernar, por favor. Estar en la oposición, al PP, no le apetece nada. Se le hace muy cuesta arriba. Y ya empezamos con las prisas. De pronto Sánchez sale en plan triunfal, rodeado de esplendor, y anuncia que ya está decidido a ganar las próximas elecciones, dentro de dos años. A temblar. No obstante, volviendo al asunto del palacete, habrá unas escrituras selladas y firmadas por un notario autorizado que establezcan con claridad la propiedad o la titularidad del susodicho inmueble, creo yo, Lutxo, le digo. Y me suelta que esas escrituras se han podido quemar sin darse cuenta, 'pourquoi pas?'.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Las zarceras tras las que se esconde un polígono industrial del vino en Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.