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Intento convencer a Lutxo, por las buenas, de que la Tierra es redonda, pero es imposible. Ahora me sale conque él siempre ha sido terraplanista. ... Está claro que no nos conocemos. Crees que conoces a la gente que tienes cerca, pero te equivocas. Hasta tu propio 'alter ego' es un extraño para ti. Tenemos que tener paciencia unos con otros, porque como nos pongamos muy exigentes (y creo que ya estamos empezando a ponernos exigentes) nos vamos a mandar todos, unos a otros, a la mierda por tonterías. Nos vamos a quedar todos muy solos. Y eso no puede ser. Aunque, lo más probable es que sí pueda ser, claro. De hecho, nunca había vivido la gente tan sola, creo. Y la cosa no se detiene, precisamente: va a más. Nunca nos habíamos aferrado tanto a los llamados animales de compañía, pobrecitos. Va a resulta que, al final, todo el mundo va a querer estar solo con su animal de compañía. Que lo acepta todo.
Yo me imagino a la sociedad del futuro y la veo cada vez más fóbica y más enganchada a su móvil, de manera individual: todos separados, unidos por la absorbente pantalla. Casi como ahora, pero aún más. Y otra cosa, los animales de compañía de un futuro no muy lejano serán robots encantadores y podrán hablar contigo de cualquier cosa que te obsesione. Te seguirán el rollo todo el rato, cuidado. No es solo que la mayoría de los ingenieros que diseñan y desarrollan los programas que nos organizan la vida sean o posean rasgos autistas, que sí, también los avances de las nuevas tecnologías del 'Mobile World Congress' van dirigidos hacia modos de vida en soledad. Tendrá que ser así, supongo, Lutxo, le digo. Y me suelta: Esperemos que sea para bien.
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