Urgente Un accidente en Ugao-Miraballes obliga a cortar la BI-625

Qué adelantos

Tenía que cortarme el pelo y, como ese día no me dolía la cabeza, aproveché y fui. A la peluquería de siempre, claro. Sigue igual. ... Aún creo estar viendo los viejos 'Interviús' en la mesita. En fin, una peluquería es un sitio especial. El código lingüístico es distinto. La gente dice allí cosas que no diría en ninguna otra parte.

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Pues bien, estaba allí sentado ojeando el periódico y, en un momento dado, el peluquero empieza a hablar del Mundial de Qatar, obvio. Y el otro, el paciente, dice algo del aire acondicionado en los estadios. Y entonces un tercero, un joven de unos treinta años que estaba a mi lado, se pone trágico, hace un aspaviento raro y dice que él se avergüenza de ser hombre. Sin más. Dice que ha dimitido de la especie. O sea, que no es que no quiera ser hombre, sino que no quiere ser humano en general. Ni hombre, ni mujer. Ni nada entre medio. Porque se avergüenza. Yo dimito, dice. Y luego se pone a hablar de la cumbre del clima que se está celebrando ahora en Egipto, creo. Dice que nos estamos cargando el hábitat y todo eso. Supongo que será ecologista. Y claro, si eres ecologista, te tienes que indignar. Lógico. Montan una cumbre de casi doscientos países que solo es ceremonial. Es bienintencionada, sí, vale. Se invoca a la razón y a la esperanza. Y es bonito, lo sé. Pero tiene el sentido y el valor de un poema. Como mucho. Y no muy bueno. Los que más contaminan, los más grandes, aquellos frente a los cuales el resto no podemos hacer nada, esos, ni se inmutan. No están para poemas. Ahora bien, lo del aire acondicionado en los estadios no sé si será verdad o es un bulo. Pero puede que sea verdad, fíjate. Qué adelantos.

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