Así puedes evitar la avería de más de 1.000 euros que afecta a los coches diésel

Desde que hace unos años los estamentos europeos y medioambientales introdujesen la normativa Euro 6 para los nuevos vehículos diésel, estos cada vez son más 'delicados'. Ahora conviene hacerles un buen mantenimiento y mimarlos mucho si queremos evitar una avería que supera los mil euros y que viene causada, en gran medida, por las nuevas reglas.

Para reducir las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx), los nuevos vehículos diésel cuentan con un segundo depósito que deberá contener un aditivo llamado AdBlue. Este líquido que mezcla agua y urea se pulveriza sobre los gases de escape y reduce las emisiones más contaminantes. Además, tampoco eleva el coste del coche en gran medida. Rellenar este depósito de 20 litros cuesta mucho más barato que el gasóleo. El precio por litro del AdBlue es de un euro y tiene una autonomía cercana a los 5.000 kilómetros.

El gran inconveniente del AdBlue es su mantenimiento. Desde que llegó al mercado, los coches diésel padecen una 'enfermedad' común: el nuevo aditivo se solidifica o cristaliza. ¿Por qué? El vehículo lleva mucho tiempo parado. Los expertos recomiendan no solo revisar los niveles de AdBlue de forma periódica sino moverlo dos o tres veces fuera del casco urbano.

Desentenderse del mantemiento de este aditivo puede acarrear graves averías, en la propia bomba o en los conductos por donde circula. La factura oscilaría entre los 1.000 y 2.000 euros.

Aunque es cierto que los problemas con el AdBlue vienen mayormente por falta de rodaje del coche. Los nuevos diésel vienen con un chivato que avisa al conductor cuando el nivel del aditivo esté bajo mínimos. Será el momento de repostar. Y si el depósito se vaciase por completo, los expertos recomiendan apagar el motor. De esta manera, hasta que no se reponga el AdBlue, el encendido del coche quedará bloqueado.

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