El sólido Mirandés lleva al éxtasis a la hinchada rojilla
El equipo jabato deja una impresionante muestra de madurez y se lleva el triunfo de Burgos con un gol de Hugo Rincón
Ángel Garraza
Domingo, 13 de octubre 2024
Este Mirandés promete fue el titular de este periódico hace unas semanas. Por si quedaban algunas dudas, ayer lo dejó claro en el mejor sitio ... posible, en El Plantío de Burgos, territorio siempre hostil por aquello del derbi, pero que el conjunto de Lisci asaltó tras exhibir una prueba de madurez y experiencia tal que llevó al éxtasis a los 500 jabatos congregados en las gradas y a los miles de mirandesistas que residen en Miranda y en otros confines del planeta.
Trece años han tenido que transcurrir desde que se contabilizó el último triunfo rojillo en el feudo burgalesista, así que la alegría entre la hinchada fue total tras marcar Hugo Rincón y acabar el que se hizo interminable final del partido porque los cuatro minutos de añadido se convirtieron en muchos más y con suspense.
Pero, afortunadamente, no cambió nada. El penalti que pidió el Burgos por posible mano no lo fue (hubiera sido ya el colmo tras no pitarse el de la semana anterior a favor) y a Parada le quitaron la tarjeta roja que, de forma incomprensible, le había mostrado Palencia Caballero porque tan solo fue una falta. Se quedó con la cartulina amarilla.
El encuentro estuvo repleto de minipartidos. El Mirandés los supo jugar y qué hacer en cada momento. En el primer tiempo fue mucho mejor que el rival; en el segundo le tocó sufrir y cuando peor lo pasaba, apareció Rincón para firmar la sentencia. Nadie dijo que iba a ser sencillo y el sufrimiento del final estaba prácticamente garantizado en un duelo que se juega en El Plantío.
Burgos
Cantero, Arroyo (Pipa, m. 84), Aitor, Lisandro, Florian (Thomas, m. 84); Morante, Atienza (Espiau, m. 73), Íñigo, Borja Sánchez (Ojeda, m. 57), David (Curro, m. 57) y Fer Niño.
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Mirandés
Raúl; Hugo Rincón (Egiluz, m.87), Juan Gutiérrez, Tachi, Tomeo, Julio Alonso; 'Gorro', Reina (Homenchenko, m. 87), Lachuer (Parada, m. 74); Izeta (Joel Roca, m.57) y Panichelli.
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Gol. 0-1, m. 81: Hugo Rincón.
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Árbitro. Palencia Caballero amonestó a los locales Fer Niño (m. 36), Atienza (m. 50), (Ojeda, m. 65), Iñigo Córdoba (m. 86) y a los rojillos Hugo Rincón (m. 31), Parada y Raúl (m. 97) y expulsó al miembro del cuerpo técnico Marcos Varas.
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Incidencias. 11.300 espectadores; 500 de ellos mirandesistas.
El conjunto rojillo, con la novedad de Izeta por Joel Roca en la alineación, arrancó en plan mandón. No quería especular con el resultado y suyas fueron las primeras llegadas y ocasiones, alguna claras para batir a Cantero. En el minuto 4, Reina a punto estuvo de aprovechar un barullo; uno después, Panichelli remató con mucha intención un centro de Julio Alonso llevando el susto al equipo blanquinegro.
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El Mirandés controlaba y dominaba a su rival. A Izeta le faltó experiencia para hacer daño en un balón dividido ante la salida del portero Cantero. Se frenó en lugar de seguir para llevarse la pelota o propiciar la falta del meta.
De nuevo Reina lo intentó en el 25. Una volea con la zurda obligó al portero contrario a lucirse. Estaba a gusto el bloque jabato sobre el césped. Solo los rojillos generaban peligro, espoleados por el medio millar de hinchas presentes, principalmente, en la esquina habilitada para la afición visitante.
Hasta el minuto 41 no llegó con peligro el cuadro local. Fue mediante un centro al segundo palo que remató Florian sin concretar. Aun así, la última del primer periodo fue para el bloque de Lisci: Lachuer lo probó desde lejos.
El Burgos, sin embargo, empezó mejor en la reanudación. Es en este segundo periodo cuando se acercó más a los dominios de Raúl. No obstante, una vez más, se quedó sin recibir gol. Es un baluarte y da un seguridad tremenda. A todos. A sus compañeros... y a los hinchas.
El conjunto de Bolo llegaba con balones largos, como el que repelió Raúl para evitar una clara ocasión de los locales. Todavía más clara fue la que gozó el extremo Córdoba. Se encontraba solo ante el bilbaíno, pero no controló y el cuero fue mansamente a las manos del cancerbero jabato.
Los de El Plantío estaban ahora llegando con más frecuencia y peligro. Atienza lanzó con dirección a la escuadra y Raúl se marcó una parada 'marca de la casa' para despejar a córner. El Mirandés atravesaba por sus peores momentos. Había que mover el árbol. Con anterioridad, Joel Roca reemplazó a Izeta y minutos después Parada a Lachuer. Julio Alonso adelantó unos metros su posición para ubicarse de interior zurdo con el jugador cedido por el Alavés por detrás.
Y lo que es el fútbol, los minutos de más acoso de los blanquinegros se zanjaron de raíz con el tanto de los jabatos. Julio Alonso botó en largo un saque de banda, hubo varios rechaces dentro del área, hasta que Hugo Rincón batió por bajo a Cantero. La esquina plagada de rojillos estalló de júbilo. No era para menos. Quedaban apenas diez minutos y el Mirandés ganaba en Burgos.
Doce minutos de añadido
Los anfitriones tiraron de centros y los cuatro minutos de prolongación se convirtieron en casi doce minutos. Esta vez no hubo sorpresas negativas y la buena defensa de todos propició que la fiesta solo fuese rojilla en El Plantío, después de unos agónicos minutos finales más por el suspense y por el VAR que por el peligro real que generaba el contrario.
Había que celebrarlo y hasta allí, el fondo con la chavalería ocupando las primeras filas de la grada visitante, se fueron todos los jugadores rojillos. El alegrón había que compartirlo.
Las óptimas sensaciones que está dejando el cuadro de Miranda estos meses, con un equipo cargado de compromiso e implicación, se vieron refrendadas en el mejor escenario posible (Anduva aparte) con un triunfo para el recuerdo que mantiene a los rojillos en la zona noble.
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