Valladolid 1 - 1 Mirandés
El equipo jabato suma su primer punto tras seis encuentros en Valladolid en Segunda tras ser mejor en el primer tiempo y sufrir en la reanudación
Ángel Garraza
Domingo, 5 de octubre 2025, 20:36
El Mirandés salvó un punto tras ser mejor que su rival en el primer tiempo y sufrir lo indecible en el segundo. Al menos rompió ... la historia en Zorrilla porque en el estadio pucelano siempre había perdido en Segunda División.
Valladolid
Guilherme; Alejo (Chuki, m. 66), Tomeo, Torres, Garriel; Meseguer (Delgado, m. 67) Lachuer (Alani, m. 46), Peter, Tenés, Biuk (Ponceau, m. 67) y Latasa (Arnu, m. 83).
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Mirandés
Nikic; Hugo Novoa, Juan Gutiérrez, Martín, Iker Córdoba, Pablo Pérez (Medrano, m. 46); Barea , Marino (Thiago, m. 65), Bauza (Cardero, m. 83), El Jebari (Eto'o) y Petit (Carlos, m. 64).
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Goles: 0-1, m. 38: Barea; 1-1, m. 75: Pounceau.
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Árbitro: Lax Franco amonestó a Marino y Pica (en el banquillo)
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Incidencias: 18.574 espectadores; 500 de ellos rojillos a los que se les escuchó en todo el partido. A los únicos, ante un público local más apagado, que sólo respondía con pitos hacia los suyos
Iker Córdoba volvió al once inicial en el eje de la zaga, al igual que Barea en la medular, mientras El Jebari se ubicó cerca de Petit en el ataque. Por parte local, los exrojillos Meseguer y Lachuer se colocaron en la sala de máquinas como doble pivote y Tomeo fue uno de los dos centrales, junto a Torres. Tres exmirandesistas que son importantes en el cuadro blanquivioleta.
Sin ocasiones claras trascurría el duelo hasta que Garriel se fue de Novoa y a su centro chut no llegó Peter por muy poco. A pesar de esa llegada con cierto peligro, el Mirandés controlaba el partido. Siempre miraba hacia el marco de Guilherme, aunque los tres tiros que lanzó en los primeros 24 minutos acabaron muy lejos de la portería. El último, por cierto, tras una jugada ensayada dese la esquina. La puso Pablo Pérez y Petit, yendo hacia atrás, lanzó desviado. La respuesta corrió a cargo de Tenés, si bien su chut acabó muy centrado, en las manos de Nikic.
El conjunto jabato estaba dando una buena imagen ante un valladolid ramplón. Cuando llegaba cerca del área se le apagaban las luces a los jugadores, faltos de ideas para atacar con criterio al Mirandés.
Los hinchas pucelanos empezaron a pitar a los suyos y hasta cinco suplentes comenzaron a calentar, síntoma de que no lo veían en Zorrilla muy claro. La producción ofensiva de los anfitriones era más bien escasa.
Los minutos iban pasando y tan sólo se echaba en falta algo más de peligro por parte mirandesista. La labor de contención era de notable frente a un cuadro que con Lachuer y Meseguer no carburaba en la sala de máquinas.
Los de Fran Justo lo volvían a intentar mediante una falta indirecta. Marino la colgó al segundo palo, Juan cabeceó y el rechace posterior fue aprovechado por Barea para mandar el balón al fondo de la red en el minuto 38. Un tanto que llegó con tremenda dosis de suspense porque ¡¡¡cinco minutos después!!! tras repasar la jugada en el VAR por falta a Alejo o fuera de juego, se dio el visto bueno a la acción.
La primera mitad, después de los seis minutos de añadido, concluyó con la sensación de que el bloque blanquivioleta no era tan fiero como se podía pintar. El Mirandés, en un duelo más que aseado, se fue a vestuarios con ventaja en el marcador. La afición local despidió a los suyos con pitos. Era un Valladolid muy pobre el que se había visto en los primeros 45 minutos.
Pablo Pérez se quedó sin salir ante problemas físicos y en su lugar entró Medrano. En el bando contrario, Alani se sumó por Lachuer. El francés no funcionó para el Valladolid en el doble pivote y fue reemplezado.
El conjunto pucelano botó varios saques de eaqujna seguidos. Tras uno, a Nikic se le escapó el balón y en el siguiente, el balón terminó por encima del larguero. Fueron seis seguidos.
Empezaron a insistir por el costado izquierdo de la zaga rojilla. Estuvieron más en el área mirandesista en diez minutos que en los 45 del primer periodo. A los de Justo les costaba salir de su campo.
Había que refrescar el bloque. El técnico gallego lo vio e introdujo un triple cambio al dar entrada a Carlos Fernández, Eto'o y Thiago. Por cierto, que en la primera pelota que tocó Eto'o, el debutante, fue para adentro, aunque la acción quedó invalidada por fuera de juego. Lo fue.
El Valladolid se aproximaba siempre por el flanco zurdo ante un Medrano que se veía desbordado por todos los lados. Nikic se lució ante un remate de Latasa que se iba dentro, pero no pudo hacer nada en el tanto de la igualada. Por el costado izquierdo, que se había convertido en un filón para los de casa, llegó el empate, con Ponceau anotando de tacón en el 75.
Quedaban quince minutos y el Mirandés mostraba una fragilidad defensiva que hasta entonces no se había evidenciado. La medular desapareció y el rival llegaba muy fácil. La afición local, dormida durante todo el encuentro, despertó y el último tramo del choque se antojaba complicado. Delgado chutó y, afortunadamente, se fue alto.
En el 88, cuando hacía mucho tiempo que no salía de su campo, Carlos Fernández asistió a Eto'o, que no batió a Guilherme porque el meta hizo un paradón. Carlos lo intentó después sin fortuna. Así acabó un choque en el primer tiempo fue mejor y en el segundo sufrió de lo lindo.
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