Sólo dos grupos mantienen vivo el desfile de carrozas de las fiestas patronales
Un diseño de Arco Iris y dos de Trotamundos recorrerán La Estación el sábado 9, jornada en la que será el acto principal del programa
El desfile de carrozas, languidece. Mantiene, y en niveles muy altos, el interés del público por ver y valorar unas creaciones que forman parte de ... la tradición mirandesa, pero cada vez son menos las personas dispuestas a dar forma a esas efímeras obras de arte de papelillo (y muchos materiales más). Hasta el punto de que todo el peso de un acto central de las fiestas patronales recae en una decena de personas, ayudadas en momentos puntuales por unas pocas más.
Y es que son sólo dos los grupos que van a hacer posible que el desfile sume una edición más. Se trata de Arco Iris, que celebrará en septiembre su vigésimo aniversario con una creación en la que ya trabaja; y Trotamundos, que se ha comprometido a hacer dos para que el acto no quede reducido a la mínima expresión.
Más que Matillas, que el año pasado estrenó participación oficial ha decidido parar por las dificultades de sus integrantes para dedicarle el tiempo necesario. Una situación que se viene repitiendo en los últimos años. De hecho, en 2018, cuando el colectivo del barrio ya formaba parte del desfile aunque sin concursar, fueron cinco los colectivos que exhibieron sus propuestas.
«Confiamos en que vuelvan el próximo año, aunque es cierto que cuando los grupos se toman un año sabático luego es muy difícil que lo retomen», valoró Marcos Barrasa, de Arco Iris, que recordaba haber conocido desfiles con hasta 14 carrozas
Los intentos más recientes que ha habido para intentar dar más vistosidad al acto no se han consolidado y la continuidad de la tradición pasa por los más veteranos que, además, no tienen mucha confianza en el relevo generacional y en que surja gente interesada en tener la realización de carrozas como hobby. Que al fin y al cabo creen que es como hay que vivirlo.
«El concurso está como está y no hay inventos que valgan, ni escuela taller ni nada. Creo que los tiempos han cambiado y hay que asumirlo, es triste pero es así», valoraba José Ángel López de Trotamundos, grupo que lleva 43 años al pie del cañón y que este año confía en ser capaz de presentar dos creaciones para intentar sostener una acto que, a petición de los creadores, el Ayuntamiento ha vuelto a programa para el sábado 9, en lugar de llevarlo al día de la Patrona, el 12.
«La solución es complicada. Esto es un hobby con muchas horas de trabajo en verano y nadie se sube al barco»
La Concejalía de Fiestas también se ha comprometido a incrementar un 30% el presupuesto destinado a premios, como forma de compensar el incremento que han experimentado los precios de los materiales que son necesarios para dar forma a las carrozas. Un esfuerzo que tanto Arco Iris como Trotamundos no han dudado en agradecer. De hecho, ambos colectivos valoran muy positivamente la apuesta y la implicación del Ayuntamiento con una tradición tan mirandesa; pero también tienen claro que no va a ser suficiente para garantizar la supervivencia de la actividad.
El aumento de la dotación, evidentemente, es imprescindible para compensar el incremento de los costes de los materiales que necesitan y que calculan que se han encarecido entre un 30% y un 40%, pero no va a servir para atraer a más gente a un hobby que es casi un oficio porque hay que tener conocimiento de soldadura, electricidad, tallado... y hay que dedicar muchas horas de trabajo y concentradas, fundamentalmente, en verano.
Un trabajo complejo
Además, ambos grupos reconocen que las carrozas ahora son más elaboradas, su construcción ha evolucionado, incorporando nuevos materiales y técnicas, que hacen más compleja su ejecución. Han tenido una evolución muy fuerte y hay que meter más material y hay más horas de trabajo», reconoció Barrasa; al tiempo que animaba a todos aquellos mirandeses que estén interesados en colaborar o implicarse en que se acerquen por los pabellones de Bayas en los que trabajan, porque tendrán las puertas abiertas.
Sobre todo, los jubilados, que son un colectivo al que López cree que es más fácil atraer de cara a implicarse en dar continuidad al desfile. De hecho, en su grupo son mayoría y las últimas incorporaciones han llegado con gente que ya no estaba trabajando y que en su momento participó en grupos carroceros. Cree que llegar a los jóvenes es más complicado, máxime si se tiene en cuenta que les hay que ni siquiera se interesan por ver el desfile o la exposición que a lo largo de esa jornada se hace en la calle La Estación.
«Algunos, con unos 30 años, no han llegado ni a ver el desfile. Los tiempos han cambiado y hay que asumirlo. Es triste pero es así. Hay otros gustos y otras prioridades», valoró el integrante de Trotamundos; que apuntaba que, en la mayoría de los sitios en las que se mantiene esta actividad dentro del programa de fiestas, son empresas las que las hacen. Pero también entiende que ésa, en el caso de Miranda, no es la solución, porque «se trata de conservar una tradición» arraigada en la ciudad porque son mirandeses los que la llevan a cabo.
«La solución es complicada. Esto es un hobby, con muchas horas de trabajo en verano y nadie se sube al barco. ¿Cuál es la solución? No sabemos ¿Cuanto tiempo más va a haber carrozas? No lo sé, nosotros haremos mientras podamos», concluyó Barrasa.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión