Soldadores y caldereros, perfiles recurrentes en las ofertas de empleo
Las dificultades para incorporar profesionales con experiencia en esas tareas limita la capacidad de crecimiento de algunas empresas locales
Crecer en función del acceso al talento en lugar de atendiendo a los proyectos capaces de absorber se está convirtiendo en un problema para las ... empresas del sector metal con base en Miranda. El personal que logran incorporar apenas cubre las bajas por jubilación. Y eso teniendo en cuenta que si acaba de salir del aula tardará aún tres o cuatro años en adquirir las habilidades que se buscan en un profesional de calderería. Pero es que, además, apenas hay respuestas a las ofertas de empleo que publican.
En Mafelca, por ejemplo, no logran crecen en el área de fabricación y no es por falta de encargos, sino de operarios. Con una oferta empleo activa, en la primera semana de publicación sólo recogieron tres currículum y en uno el perfil no era el demandado. A uno lo contrataron de inmediato y con otro estaban pendientes de hacerlo. Y «si aparecieran más los cogeríamos. Podríamos crecer más, pero ahora la plaza para la contratación de personal especializado está saturada. Es muy difícil. Y a medio plazo, el problema va a ser mayor», reconoció Diego Lahoya.
De hecho, desde que en 2019 cambiaron de sede para ganar espacio y se instalaron junto a la Carretera de Bilbao, no han logrado aumentar la plantilla de taller. Sólo la de oficina técnica, que sí se ha duplicado. «Podemos vender con mayor facilidad pero no crecer hasta el punto que quisiéramos y el futuro va a ser muy parecido. La gente nueva que entra es porque es de Miranda, está fuera trabajando y se vuelve», apuntó.
El mercado en la ciudad no tiene capacidad para dar respuesta a la demanda. «Hay mucha oferta similar y el que tiene conocimiento de la actividad, está trabajando ya». Así que la principal apuesta de garantía de futuro pasa por la formación.
FP dual
Tanto por seguir apostando por la FP dual, vía a través de la que esperan lograr alguna incorporación que se acabe quedando; como por intentar conveniar con algún centro cursos específicos que les permitan sumar plantilla y, con ello, ampliar mercados.
«Estamos muy contentos por cómo está funcionando la actividad porque nos hemos metido en el mercado de equipos de reposición, en el que hemos encontrado un vacío de los grandes fabricantes de calderería, pero podemos crecer hasta donde podemos crecer. Si consiguiéramos personal de taller podríamos incrementar nuestra actividad un 20%, sin problema», recalcó Lahoya.
Su visión de la situación en al ciudad es compartida por Eduardo Araguzo, presidente de FAE y responsable de MMC, empresa con sede en el polígono de Bayas que también demanda caldereros. «La falta de personal cualificado es tremenda» en un sector, además, con tradición en la ciudad; pero también en otros que requieran conocimientos y destrezas manuales para desarrollar el trabajo. Algo que, reconoció, ocurre con muchos gremios.
Lahoya: «Hay mucha oferta similar y el que tiene conocimiento de la actividad, está trabajando»
A todo eso hay que sumar algo positivo: que «estamos en una zona con mucha industria»; pero que se torna en algo que no lo es tanto en lo que a acceso a personal se refiere, porque el cualificado «se reparte» o la balanza se acaba inclinando a favor de algunas ofertas. Sólo Talgo tiene abierta una convocatoria para cubrir 150 puestos de operarios con formación en grado medio.
Pero evidentemente, la apuesta pasa por seguir atrayendo empresas del sector industrial y buscar fórmulas que animen a la formación en unas especialidades que «garantizan empleo estable y mejor remunerado que otros».
En caso, en MMC, apuestan por la colaboración con otras empresas de la zona cuando necesitan hacer trabajos y no dan abasto.
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