Miranda tiene «muchas posibilidades» de poseer un ramal en la nueva red de hidrógeno

El hidrógeno verde está llamado a ser un elemento clave en el proceso de descarbonización que países de todo el mundo se han comprometido a acometer en las próximas décadas. Se trata de una energía limpia, alternativa al carbón y al petróleo, que se obtiene por un proceso llamado electrólisis, mediante el cual se utiliza corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno en el agua.

En este contexto, la Empresa Nacional del Gas (Enagás) trabaja en una primera idea con unos 2.750 kilómetros de hidroductos que atraviesan la Cornisa Cantábrica, el Valle del Ebro, el Levante y la Vía de la Plata. A eso hay que sumar el ramal que une Celorico da Beira (Portugal) con Zamora y el conducto submarino que conectará Barcelona con Marsella.

Aunque esta es la idea inicial, Enagás anunció a principio de este año su intención de redefinir el mapa con la presentación de una manifestación de interés que, a su vez, recogerá las aportaciones de otras entidades y colectivos del sector que quieran participar en el proyecto.

«Se presentarán las propuestas a partir de septiembre, durante dos meses. A finales de enero del próximo año, previsiblemente, se presentará la red troncal de hidrógeno definitiva. Luego, se presentarán ofertas para reservar capacidad, se llevará a cabo el papeleo y la construcción de los conductor por todo el país; el objetivo es que la red esté en activo en 2030 después de 3 años y pico de obra. Queremos que Castilla y León cuente con 800 kilómetros de red», subraya Robador.

En esta línea, nuestra ciudad se vería beneficiada por la llegada de esta instalación. «Miranda cuenta con dos particularidades que se erigen en oportunidades. Si es capaz de demostrar que la industria del entorno tiene un consumo suficiente, a buen seguro que el productor de la energía habilitará un ramal en Miranda o cerca para alimentar estas actividades industriales. Asimismo, como ya pasó con el gas y otras energías, si eres capaz de atraer un nuevo vector energético antes que otras ciudades, tienes una oportunidad para fijar industria en la zona», añade.

La ubicación de la Central Química o de la Azucarera Leopoldo Cano y de las diferentes acererías también son un punto a favor de la ciudad, puesto que son algunas de las industrias que más «calor» necesitan, grandes consumidores de higrógeno.

«Miranda necesita muy poca inversión para que llegue el ramal, ya que el primer interesado en alimentar a la industria es el productor. Así, se abriría otra oportunidad para que se lleven a cabo proyectos de energías renovables para alimentar las plantas de hidrógeno en las inmediaciones, así la energía se produciría y se distribuiría desde Miranda. Lo que está claro es que el hidrógeno se va a producir en el país, no como el gas natural, y su precio no va a oscilar tanto», apunta Robador.

En cuanto a la red de hidróigeno, también se ha podido saber que se utilizarán los mismos trazados que se usaron para la distribución del gas natural. «Ya hay un tubo de gas natural y habrá otro de hidrógeno, no se van a inventar nuevos trazados. En el caso de Miranda, pasa muy cerca de Rivabellosa, y ahí será dónde se construirá el hidroducto si no hay cambios de última hora».

El trabajo que está desplegando H2CyL consiste ahora en conocer al detalle qué cantidad de energía requieren cada una de los municipios. La red troncal de hidrógeno implicará inversiones superiores a los 7.000 millones de Euros, de los cuales 2.135 serán para la conexión entre Barcelona y Marsella vía submarina, y 350 millones para unir Cellorico con Zamora, conectando con Francia y Portugal respectivamente.

La financiación de esta red, fundamental para el despliegue del hidrógeno a nivel nacional, estará a cargo de Enagás y de la Unión Europea. Si bien se aspira a que la Unión Europea asuma el 50% del coste de la infraestructura vía subvenciones, el restante dependerá de los peajes que se cobren por el uso de la red. De ahí la vital importancia de un estudio pormenorizado del consumo y la generación.

«Mucha de la industria cercana a Miranda se alimenta de gas o es electrointensiva, por lo que podría elegir entre diferentes vectores con esta red, sería un gran reclamo para la ciudad», cierra.