Miranda estrenará en enero la recogida de restos con la llegada del quinto contenedor

A partir de ahí, una vez adjudicado el contrato, y teniendo en cuenta que «se necesitan tres meses para su fabricación» y entrega -si no se retoca el plazo-, permitirá empezar a ubicar en la calle esos nuevos depósitos a principios de enero y crear una nueva ruta de recogida de manera paralela, que según apunta la concejala del área, María Cueva, «ya estaba incluida en el pliego» cuando se licitó y adjudicó el servicio.

Lo que no está tan claro es si, finalmente, tal y como se planteó desde que se comenzó a definir la llegada del quinto contenedor en la ciudad, es si se va a hacer una prueba piloto del funcionamiento del servicio en el barrio de El Crucero.

En su momento se apostó por esa fórmula pero ahora es algo que se está volviendo a sopesar. Pero en caso de llevarse a cabo esa experiencia acotada a una zona de la ciudad, se haría antes, en noviembre y diciembre. Se evitaría así un nuevo retraso en la implantación de un sistema que ya estaba previsto que empezara a estar operativo en el último trimestre de 2022.

De hecho, Cespa aseguró que en marzo del pasado año ya había encargado los 130 contenedores que eran necesarios -20 más de los que se van a pedir ahora- y que estaba a la espera de recibir las unidades de un modelo con 2.250 litros de capacidad, algo más pequeños que el resto de los elementos que están en las islas de recogida. Lo que no tenía entonces la concesionaria era fecha de entrega, porque los problemas con las materias primas y los suministros ya les habían adelantado que iban a hacer que se tardara más de los 4 meses que en una situación normal se hubiesen dado de plazo para el suministro.

Pero ni cuatro meses ni en más tiempo esos contenedores acabaron llegando. De hecho, no se llegó a iniciar el proyecto piloto con 10 depósitos en El Crucero tal y como estaba previsto por Cespa de cara a 'pulir' el plan de implantación tomando como referencia los datos recogidos en esa zona. En junio del año pasado ya el Ayuntamiento optó por posponer a 2023 la puesta en marcha de ese dispositivo de recogida de biorresiduos y destinó parte del dinero reservado para abonar esos depósitos a asumir el sobrecoste de la factura del gas de los edificios municipales por el incremento del precio.

Pero el proyecto se retomó sólo unos meses después, en septiembre, cuando el Consistorio supo que iba a poder disponer de una partida plurianual de fondos europeos de 315.324 euros para compensar el gasto derivado de la implantación del quinto contenedor en la ciudad. Cuantía de la que estaba previsto que a lo largo de este ejercicio se ingresaran 157.662 euros y, el resto, en 2024.

En principio, el pliego por el que se va a regir la contratación de esos depósitos estaba ya listo en marzo de este año. De hecho, desde Medio Ambiente se esperaba publicar la licitación ese mes. Pero no se hizo y, de hecho, sigue pendiente; aunque se habla ahora de que será ahora en cuando se inicie el proceso.

Antes que los depósitos se espera que llegue el equipo limpia contenedores. Una máquina que va a adquirir el Ayuntamiento, no la empresa concesionaria, que reservó una partida de 147.000 euros en el presupuesto municipal, y que se confía en que esté operativa para «octubre».

Por otro lado, lo que parece descartado de manera definitiva desde Medio Ambiente es incluir el soterramiento de contenedores en aquellas proyectos de renovación de calles que se vayan adjudicando. De hecho, no se ha incluido en el diseño del nuevo tramo a reforma en Arenal, entre Francisco Cantera y Comuneros de Castilla.

Cueva, que inicialmente abogaba por extender el soterramiento, lo ha descartado tras estudiar la documentación que le han facilitado los técnicos de su departamento, con información de municipios en los que los han ido retirando o inutilizando.

«Dan un montón de problemas, desde inundaciones que implican el uso de bombas para su extracción, a plagas en los huecos o atascos de las bocas que impiden el depósito de cartón, por ejemplo, aunque el interior esté casi vacío. Hay muchas poblaciones que después de haber invertido millones en ese sistema han tenido que dar marcha atrás. Me han demostrado que a nivel técnico no es una buena idea».