Miranda conoció los beneficios de la sostenibilidad
Magali Caviglia Impulsora de la plataforma Usar y Reusar los puso de manifiesto en las Jornadas Medioambientales
Raúl Canales
Jueves, 16 de octubre 2025, 23:55
Magali Caviglia tenía un trabajo que le gustaba y una vida bastante apacible, pero sentía que algo no acababa de estar en armonía en su ... interior. La brecha entre vida profesional y sus valores personales cada vez era mayor. Necesitaba un cambio, y justo apareció la oportunidad de hacerse cargo de Usar y Reusar, tienda pionera en el país en un modelo de residuo cero. Era el proyecto que llevaba años buscando aquella niña a la que, aún viviendo en Argentina, el libro '50 cosas que pueden hacer los niños para salvar el planeta' le había dejado muchos interrogantes retumbando en su cabeza y a los que ha podido ir dando respuesta con los años. Ayer compartió su experiencia con los mirandeses en el primero de los talleres de las jornadas medioambientales. Hoy repetirá y dará consejos sobre cómo reducir los residuos domésticos.
–¿Qué significa llevar una vida sostenible?
–Es menos complicado de lo que parece aunque tampoco es un camino de rosas. La gente piensa que vives en una cueva y te limpias con hojas de romero, pero nada más lejos de la realidad. Las personas que hemos elegido el camino de la sostenibilidad llevamos una vida normal pero hacemos cosas con las que tratamos de generar menos residuos y menos impacto en el planeta. Un ejemplo sencillo: para venir a Miranda yo podía haber comprado mi comida y bebida en la cafetería del tren pero he optado por traerme una botella de agua de mi casa y así no he generado más basura y más plástico.
–Para alguien que decida tomar conciencia, ¿Cuál sería el primer paso?
–Tener claro que esto no es un todo o nada y que vivimos en el mundo como todas las personas. Pero hay muchos pequeños actos cotidianos que implican sostenibilidad.
–Ahora todas las empresas han incluido esa palabra en su misión, ¿Se está banalizando el ecologismo?
–Hay mucho cuento y demagogia con el tema. Las empresas asumen el reto de la sostenibilidad muchas veces más por obligación que por convicción y el concepto al final se desvirtúa y acaba manoseado. Queda muy bonito que una marca de ropa saque una colección de cáñamo pero ¿de que sirve si sigue produciendo millones de modelos anuales en poliéster?
–Sostenibilidad y capitalismo, ¿pueden ir de la mano?
–El modelo de producción que tenemos es difícilmente sostenible. Es necesario un cambio porque los recursos del planeta no son infinitos, pero tampoco hay que ser ingenuos y otra vez plantear un todo o nada. Dentro del sistema actual se pueden introducir cambios, apostar por tiendas con productos de proximidad, con stocks limitados,...
–¿Sostenibilidad y decrecimiento si son inseparables?
–Sí, pero eso no implica irse a vivir al monte. El consumo ha llegado a un punto en el que hay que echar el freno, pero si miras los números, sigue creciendo.
–La situación siempre nos lleva a la misma pregunta, ¿qué podemos hacer a nivel individual?
–Podemos quedarnos en el sofá y justificarnos diciendo que no vamos a mover un dedo hasta que Taylor Swift no deje de usar su avión privado o llevar a cabo pequeñas acciones que pueden impulsar un cambio. Si mirásemos más con que productos llenamos nuestra nevera... Pero me conformo con que una sola persona, tras leer esta entrevista, dejara de comprar botellas de agua de plástico y usara botellas reutilizables.
–¿Cargamos mucha responsabilidad en los consumidores y poca en las grandes empresas y en el modelo económico?
–Sí, posiblemente sí, pero es que tenemos responsabilidad para no caer en ese círculo vicioso de consumo esto porque es lo que me da la industria y la industria lo produce porque nosotros lo compramos. Hay que exigir una ética en la producción pero también tener una ética de consumo y hacer que se oiga nuestra voz.
–¿La solución pasa por tener varios cubos de basura en casa y cinco contenedores en la calle?
–No, el reciclaje cada vez está más claro que no es una solución. Solo se recicla el 9% del plástico y hay que preguntarse dónde va a parar la basura que generamos los países más ricos, que suele ser a los más pobres.
–El ecologismo se ha colado en la agenda política y personal, pero ¿realmente creemos en ello?
–Cada vez se ve a más gente concienciada y comprometida pero ese avance no está respaldado por las administraciones. Parece que no ven la urgencia de proteger el planeta.
–En sus charlas da consejos para reducir los residuos domésticos, ¿cuáles son los imprescindibles?
–No tengo ningún secreto ni es ciencia. Simplemente con escuchar a nuestras abuelas, tendremos 250 tips para reducir los residuos en casa. No hace falta mucho más que eso, escuchar a la generación anterior.
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