En Miranda «toca remar juntos»

Los datos eran malos el martes y, desde entonces, la situación epidemiológica no ha hecho sino empeorar en la ciudad. Algo que ha sido determinante para que las recomendaciones del bando municipal se conviertan a partir de mañana por la noche, (a las 00.00 horas del 27), en obligaciones. Con la publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León de la Orden de la Consejería de Sanidad, Miranda pasa a estar confinada.

Una medida que, tal y como se anunció a primera hora de la tarde de ayer, se extenderá durante 14 días, hasta el sábado 10 de octubre; y que no ha pillado por sorpresa a gran parte de la ciudadanía que, en unas horas, no podrá entrar y salir de la ciudad salvo para acudir al centro de trabajo y estudios, asistir a personas mayores o discapacitadas o atender una cita médica. Se mantienen abiertos bares y restaurantes, pero se limitan los grupos a 6 personas por mesa. La orden no limita la actividad del resto del comercio.

Cuando se anunció el confinamiento de la ciudad, la incidencia del virus era de casi 73 positivos por 10.000 habitantes; tasa que supera a la de que tenía Aranda el 7 de agosto, momento en el que se le aplicaron las mismas medidas. Entonces, la zona de La Ribera tenía 66 casos confirmados por cada 10.000 tarjetas sanitarias. Una cifra que con el cierre de la localidad se logró reducir a 52 y que posteriormente ha ido bajando hasta situarse ahora en 14. En parámetros similares se mueven las zonas de salud de Burgos, donde oscilan entre 2 y 22 por cada 10.000 personas en sus 13 áreas de salud.

Nada que ver con Miranda, donde además los números siguen evolucionando al alza. La incidencia en los últimos siete días se elevaba a 275 casos, 23 más que los confirmados el jueves. De ellos, 158 están vinculados al Centro de Salud Miranda Este, que es el que más ha crecido en positivos por Covid-19; y 117, al Miranda Oeste. En estos momentos, el total de casos activos en la ciudad se cifra en 1.054. El porcentaje de enfermos vinculados al área sanitaria está entre el 6% y el 7% de la población.

Fiel reflejo de lo que está sucediendo en la ciudad es la evolución de ingresos hospitalarios por SARS-CoV-2 en el Santiago Apóstol. El centro sumó ayer 6 nuevos pacientes con lo que, al contabilizar también un alta, eleva a 35 el total de enfermos. Número que volvió a batir un nuevo récord. El segundo consecutivo. Hay que tener en cuenta que hace una semana, el día 18, había 13 hospitalizados por este virus. La cifra casi se ha duplicado.

Esta evolución ha llevado al Santiago Apóstol a ir implementando una serie de medidas como la prohibición de las visitas al centro o limitar el acceso de los acompañantes a personas menores o con discapacidad; además de retomar las reuniones diarias para hacer un seguimiento de la evolución de la pandemia y establecer de nuevo circuitos de 'limpios y sucios'.

De momento, los ingresos por esta patología han cubierto ya el área de Medicina Interna de la primera planta y van ocupando buena parte de la Q2, en el segundo piso. Son más enfermos que en abril, pero están distribuidos en menos espacios, ya que en la primera oleada se limitaba la ocupación a un paciente por habitación y ahora, se ocupan las dos camas. Fórmula que permite mantener el nivel de ocupación total en el 67%.

Que siga así dependerá del efecto que provoquen las nuevas medidas de contención -algunas ya en vigor desde el martes- y del cumplimiento de las cuarentenas. No hay que olvidar que el jueves el Ayuntamiento comunicaba que la Policía Local había 'pillado' fuera de casa a 7 personas que tenían que estar confinadas. Obligación, que la alcaldesa, Aitana Hernando, aseguró que los agentes municipales van a seguir comprobando que se cumple.

«Colaboraremos con la Junta en todo lo que se nos indique por las autoridades sanitarias, como hemos hecho hasta ahora. Es el momento de remar juntos».

Por otro lado, mostró su preocupación por la repercusión que la medida pueda tener desde el punto de vista económico en la ciudad. «Lo que ocurre es que entendemos que lo primero en una situación como la que estamos viviendo es la salud de las personas y la vida», zanjó.