Mirajazz arranca con novedosos proyectos

Este viernes echó a rodar la nueva temporada. «Nos adentramos en la niña bonita, estamos ya en la decimoquinta», comentaban Javier Fernández Lomana y Antonio Cenea, que afrontan muy ilusionados todo lo que está por llegar en las habituales nueve citas que habrá en la Fábrica de Tornillos, «un espacio que ya quisieran muchos en otros lugares para poder disfrutar de esta música».

La temporada se desarrolla más o menos como si de un curso escolar se tratara y aunque no desvelaron demasiado del programa, sí comentaron que «no sólo tendremos sesiones de jazz tradicional, vamos a ofrecer a nuestra gente proyectos muy novedosos y, por supuesto no vamos a olvidarnos de apoyar a los mirandeses». En relación con estos sí avanzaron que podrá escucharse a Rubén Salvador y al trío de Adrián Royo y, para dejar patente que las novedades jazzisticas tendrán cabida en el programa no hubo que esperar nada. De que arrancara la temporada se encargó Hutsun+ J. E. L. Trío, y quienes acudieron a la fábrica escucharon la txalaparta y el acordeón. Se usó la primera como un instrumento melódico y de la armonía se encargó el acordeonista. Sin duda para muchos de los espectadores fue una combinación espectacular que dejó bien patente hacia donde dirigirán sus pasos esta temporada desde Mirajazz. Si antes de que comenzaran a sonar las primeras notas de la temporada había «mucha ilusión», ésta se incrementó al ver lo bien que recibieron los espectadores la primera sesión de esta temporada en la que desde la asociación se han planteado volver a cobrar las cuotas a los socios.

«Ahora que parece que ya todo está normalizado en cuanto a las posibilidades de acudir a los conciertos vamos a volver a hacerlo. Mantendremos los 30 euros al año, que posibilitan ahorrarse tres euros en las entradas de los viernes mirajazz. Para los chavales que tengan el carnet joven les permite entrar gratis».

El número de socios para una entidad como la mirandesa puede decirse que es elevado, pues ronda los 300, pero está claro que «cuantos más seamos mejor, así que quienes quieran contribuir pueden apuntarse cada vez que tengamos una sesión los viernes», recuerdan.

Es esa cuota una parte importante para la subsistencia de la asociación que este año va a contar «por primera vez con una subvención del Ayuntamiento que, además nos permite estar en la Fábrica de Tornillos, y eso tenemos que agradecerlo». En ese capítulo de agradecimientos han querido también recordar que llevan «cuatro o cinco años contando con el apoyo de Fundación Caja Burgos. Gracias a ellos y a las empresas que nos echan una mano podemos mantener los precios para que el jazz sea asequible para todos». Unas sesiones que tendrán su continuación en noviembre con Víctor Antón y que en diciembre ofrecerán la posibilidad de escuchar a Jesús Molina. Es lo poco que adelantaron del programa de la temporada.