La estructura que mantiene la fachada de Ramón y Cajal 59 desaparecerá en un mes

La estructura desaparecerá, como máximo, en el plazo de un mes, que es el margen que se le ha dado a la empresa propietaria del solar, ISGA Inmuebles SAU para ejecutar los trabajos. Unas tareas de demolición que han sido presupuestada en 30.513 euros. Importe al que, a modo de fianza por los daños que se puedan causar en la vía pública, hay que sumar otros 3.000 euros; y 610 más por posibles incumplimientos en la gestión de residuos.

Además, el titular de la parcela, una vez retirados todos los restos de la fachada, deberá cerrar el terreno para evitar el acceso al mismo, con una pared permanente de «entre 2 y 3 metros de altura», tal y como se ha marcado en edificios que con su desaparición han ido dando paso a solares, como es el caso de los situados en la calle Vitoria 9 y 11, que también durante años mantuvieron sujeta su fachada por un andamiaje metálico al tener adjudicado en el catálogo de bienes municipales una protección estructural que, al igual que en Ramón y Cajal 59, fue rebajada a ambiental.

En este caso, la aprobación definitiva de la nueva catalogación se publicó en el Bocyl en octubre de 2020, junto con la del número 61 de esa calle y los 6 y 8 de Concepción Arenal, inmuebles que en los últimos años han sido objeto de una importante rehabilitación de su cubierta y estructura, a raíz del incendio que se produjo en marzo de 2021.

Aunque el derribo no va vinculado ahora a una nueva promoción de viviendas para de Ramón y Cajal 59, tanto la licencia de demolición con la ficha de protección del catálogo de bienes dejan claro que, en el caso de que se levante otro edificio, la nueva fachada deberá mantener el esquema compositivo y los acabados del original, tanto en escudos, sillerías, revoques, piezas cerámicas, barandillas, cerrajería, canecillos, cornisas...

De hecho, cuando se demolió el interior y se dejó la fachada, Urbanismo si que llegó a tener sobre la mesa un proyecto básico para construir 5 viviendas que estaba previsto arrancar en 2021. Pero no se hizo y ahora lo que se va a ejecutar es el derribo de la pared principal. El último elemento que se mantenía en pie de un edificio -junto con los otros tres portales que conforman una 'L'- diseñado en el estudio del arquitecto Fermín Álamo y levantado en 1925 en estilo historicista

También esta semana la Junta de Gobierno Local ha concedido licencia para el derribo parcial de fachada de un inmueble de la calle San Pedro de Ircio para el que, como en el caso anterior, su propietario había solicitado que se rebajara la protección que tenía y que impedía su demolición.

Ahora, la ambiental permite tirar las paredes exteriores de una casa construida en el siglo XVIII con mampostería y sillares reforzando las esquinas y los vanos. En este caso se ha calculado un plazo de dos meses para la ejecución de los trabajos.