El Ebro brilló con luz propia en el Concurso de Pintura Rápida Ciudad de Miranda

El primer premio se lo llevó este pintor murciano afincado en la localidad riojana de Autol. habitualmente «voy de concurso en concurso», reconocía, y la cercanía de Miranda con su lugar de residencia le hizo no tener demasiadas dudas a la hora de intentar hacerse con el triunfo en el concurso de las fiestas patronales mirandesas.

No había participado nunca en esta cita y tampoco había visitado nunca Miranda, así que a partir de ahora este artista que se impuso al resto de concursantes tendrá siempre «un buen recuerdo de la ciudad».

El puente de Carlos III y el Ebro aparecen en su cuadro y Merino, una vez que llegó a la ciudad tuvo muy claro que esos dos elementos tan característicos de la ciudad tenían que ser los protagonistas. «No sé muy bien por qué, pero en mi pintura se aprecia que tengo una atracción muy grande por el agua. La mayoría de mi obra está relacionada con ella, así que sentía esa necesidad imperiosa de, al estar en una ciudad con el apellido que tiene, de pintar el Ebro».

Ya venía por lo tanto el artista predispuesto a buscar algún rincón concreto desde el que observar el transcurrir del río y, para acabar de convencerse de que su azul tendría que dominar el lienzo que presentara al concurso, no tuvo más que «verlo. La imagen que percibí ayer -por el sábado- al llegar me pareció tan idílica que ya no me quedó ninguna duda sobre que espacio mirandés iba a pintar para presentarme al concurso».

También quedaba patente en su obra que el azul «es mi color favorito». Aunque el concurso era en dos día Carlos Montero decidió «pintar en un sólo día, lo he hecho esta mañana y yo diría que esa rapidez, esa impronta le ha venido muy bien al cuadro».

Satisfecho con el premio, y aunque no lo aseguró, tiene en mente el triunfador del concurso volver en la próxima edición. Quien ya había venido en otras ocasiones fue quien ayer consiguió el accésit, José Ignacio Casis.