Cruz Roja apostará por el voluntariado joven, la formación y la captación de ayudas

Una apuesta en la que, prácticamente, partirá de cero ya que hace unos cuantos años que el programa de Juventud está inactivo por falta de integrantes. Y eso que la entidad cuenta en estos momentos con 430 voluntarios. Eso sí, la mayoría de los que a lo largo del año han llamado a su puerta para ofrecer su ayuda, que han sido 19, forman parte del colectivo de jubilados o que están a las puertas de serlo. En todo caso, mayores de 55 tal y como recoge su estadística.

Pese a la realidad de los datos, la apuesta por captar a los jóvenes es decidida. Quizá porque ella, en su momento, tuvo en Cruz Roja Juventud «mi base, mi formación, mi motivación... lo fue todo». Hasta el punto que cuando llegó estudiaba peluquería y ha acabado trabajando en el 112 como técnica en Emergencias Sanitarias, en algo considera su «pasión».

Y, sin llegar a esos extremos, tiene claro que esa experiencia vital que tuvo en el programa de jóvenes, bien reproducida, puede enganchar a las nuevas generaciones; aunque es consciente de que «de los 14 a los 17, que eran los que entraban en el programa Neo que teníamos en Miranda, es una edad complicadísima».

Aún así, no quiere tirar la toalla sin intentarlo, por lo que de cara a septiembre, con el inicio del nuevo curso, acudirán a los centros educativos de secundaria para explicar su labor y tratar de captar implicados con su causa. «Poder arrancar con un grupito de 15 o 20 chavales sería fenómeno». Aunque para conseguirlo es consciente de que va a ser muy importante trabajar con ellos la motivación y ofrecer propuestas que les atraigan, para que «estén integrados en la asociación y con ganas de hacer cosas».

De manera más urgente o inmediata se tiene que reunir con el Automóvil Club o con el Mirandés, que empieza los partidos amistosos de pretemporada en unos días, para renovar los acuerdos de colaboración que llevan a la entidad a prestar todos los servicio preventivos que deben ofrecer estos colectivos. «Es gente que nos apoya todos los años y con los que hay que hacer convenios que nos sirvan para todo el curso».

Sobre todo porque, en buena medida, su equilibrio financiero está vinculado a actuaciones de esas características; aunque para que el balance económico de la campaña salga en números negros hay que hacer muchas más cosas, incluida la promoción del sorteo de la lotería del oro que todos los veranos realiza la entidad a nivel estatal.

También tratarán de retomar el convenio con el Ayuntamiento que no se ha materializado en los tres años anteriores por la discrepancias entre ambas partes, fundamentalmente, porque se firma ya en el cuarto trimestre del año y eso entendía el colectivo que deja poco margen para cumplirlo y justificarlo. Aspectos que Albendea tratará de solventar con los responsables municipales con los que espera mantener ya una reunión la próxima semana. Será el primer encuentro tras asumir el cargo el 5 de julio, pero están en juego 30.000 euros, si se mantiene la cantidad que se había previsto en anteriores convenios.

Y es que la obtención de subvenciones que en los últimos años creen que «se han perdido por el camino» va a ser otro de los retos de los 4 años que tiene por delante al frente de la entidad. «Antes también había un piso de menores que se podría recuperar, el programa de alimentos ha quedado un poco estancado, habría que darle una vuelta al programa de inmigrantes a raíz de lo vivido con los llegados de Ucrania... Hay muchas ayudas y creo que se podría hacer alguna cosa más», valoró.

La formación será otro de los aspectos que tratarán de intensificar de cara al próximo curso, porque «me parece una vía esencial para fomentar el voluntariado, así como ofrecer una vida asociativa, con actividades, salidas... para hacer un poco de piña y de familia. Y los cursos son la base, sobre todo en el tema del socorrismo, primeros auxilios, soporte vital, DESA, movilización e inmovilización de pacientes. La cuestión es que sea interesante y guste».

Tampoco se puede olvidar de la renovación del parque móvil. Los vehículos sanitarios tienen menos vida útil así que de cara al próximo año tratará de adquirir una nueva ambulancia. Antes espera que llegue algún vehículo eléctrico. De momento, ya tienen un cargador con placas solares en la nave que tienen en Bayas.

Evidentemente, en estas tareas no estás sola. Cuenta con el respaldo de ocho personas a las que considera «compañeros y amigos» tras compartir muchos años de voluntariado y con los que a finales del año pasado, dio el paso de conformar el comité comarcal, con la intención de «aportar frescura e ilusiones nuevas» a una entidad que consideran su casa. Como vicepresidente cuenta con Raúl Artíguez y, como vocales, con: Susana Ruiz, Álvaro Martínez, Alberto Imanol Bravo, Javier Gómez, Isabel Ojosnegros, José Luis Saeta y Aitor Marín.