La Cofradía ronda los 12.000 socios, una cifra récord aunque por debajo del objetivo

Importe que reconoce, algo superior al previsto, y que ha crecido fruto de la necesidad de atender partidas con las que no contaba, como el alquiler de la carpa para la alubiada y el próximo fin de semana o el aumento de baños químicos a ubicar. Instalaciones en las que «se nos va un dineral. Pero van surgiendo imprevistos con los que no cuentas y que tienes que atender».

Aunque es un dinero que da por bien empleado teniendo en cuenta que cerca de 700 personas van a disfrutar mañana de la alubiada -que, según sus cálculos se lleva unos 30.000 euros del presupuesto- y alrededor de 5.000 van a hacer uso de ese espacio para comer o cenar las jornadas del 27 y 28. «Al final, pese a ser un imprevisto, estamos contentos, porque creemos que es algo que le va a dar mucha vida a Miranda. La ubicación es extraordinaria».

Otra de las grandes cifras de las fiestas es la de los cofrades. A falta de contabilizar los carnets entregados puerta a puerta en domicilios, la entidad «ronda los 12.000» socios. Cifra que, de confirmarse, marcará un nuevo récord, superando los 10.520 del año pasado y los 11.009 del año del centenario; aunque se quedará aún lejos de los 15.000 que la López de Davalillo se había propuesto alcanzar para esta edición y que, como él mismo reconoce, era «un objetivo muy ambicioso».

Pese a ello, está convencido de que es un número que se puede conseguir. Les ha fallado la campaña de captación, a la que reconoce que le han podido prestar mucha menos atención de la que les hubiera gustado. De hecho, apenas han llegado a anunciar -más allá de lo publicado en las redes sociales- los descuentos que en distintos sectores se pueden obtener por ser titular de la tarjeta sanjuanera, a la que adjuntan otra de bonificaciones de una gasolinera.

Pero el presidente de la entidad, a bote pronto, estima que no es difícil ahorrar 30 euros por pagar 7 de una cuota de socio; aunque no debe ser el hecho de que revierta más o menos el ser cofrade lo que debe llevar a un mirandés a ser titular del carné es «el espíritu sanjuanero y no la rentabilidad, aunque esto también esté muy bien»; porque, al final todo lo que se recauda la Cofradía lo vuelve a invertir en la fiestas y, por tanto, en los mirandeses.

Pero, además de los cofrades, que se costean San Juan del Monte a escote con las cuotas de las cuadrillas, López de Davalillo tiene claro que las tienen que pagar «quienes se benefician de ellas». Y, entre ellos, tiene claro que están el Ayuntamiento, porque «son las fiestas de la ciudad» y de ahí que valore muy positivamente no sólo la aportación monetaria inicial a través del convenio y la cesión de espacios, sino también que «nos haya echado una mano económicamente en algún imprevisto; y la hostelería, colectivo al que considera «el gran beneficiado» y con cuya aportación pensaba haber podido hacer frente al importe del alquiler de los baños, aunque finalmente los va a sufragar la Cofradía, dado el nivel de desencuentro evidenciado en las últimas semanas entre ambos actores de la fiesta.

Distanciamiento que López de Davalillo vincula al choque entre los intereses sociales y los económicos que defiende cada parte. Aunque, al mismo tiempo, se mostró convencido de que «llegaremos a acuerdos, seguro, segurísimo; por el bien de las fiestas, de la hostelería y de todos. Aunque económicamente no aportaban mucho a la Cofradía es un desencuentro que me sabe muy mal».

Pero eso será después de fiestas, cuando toque hacer balance de lo hecho y cómo ha resultado. No antes porque todavía tiene muy presente que las peticiones de espacio registradas por el colectivo a través de la administración electrónica le han impedido hacer la verbena del lunes de San Juan donde quería la junta directiva.

«Nos hemos ido amoldando a las circunstancias. Es la primera vez en más de cien años que la hostelería organiza los eventos de fiestas. Entiendo que son negocios que están para ganar dinero. Los únicos que no ganamos un duro somos nosotros, que estamos para que los sanjuaneros disfruten y lo pasen bien».

Y por ellos, por los sanjuaneros, tiene claro que con la hostelería «nos tenemos que sentar a hablar y reconducir la situación. Yo creo que es posible, estoy convencidísimo. Seguro que nos surgen ideas, sinergias... y es lo mejor para todos. Seguro que de esto sacamos algo positivo para años siguientes, estoy convencido», zanjó.