La Cofradía quiere que los bares saquen barras a la calle y colocar varias txosnas

El cambio principal que quiere introducir Roberto López Davalillo es acabar con el formato de multiverbenas, seña de identidad de los últimos años, para concentrar la fiesta en menos puntos. El objetivo es que los sanjuaneros no se desperdiguen por toda la ciudad con varios espectáculos simultáneos sino que haya menos para que tengan una afluencia mayor que permita recuperar la imagen de fiesta popular masificada.

El epicentro de las fiestas estará en la Parte Vieja y la calle La Estación. Tanto las verbenas como gran parte del ocio nocturno se concentrará en esas dos zonas en vez de repartirse por varios lugares. Eso requiere otras medidas adicionales para dar facilidades a los hosteleros y poder brindar un buen servicio.

Por ejemplo, una de las prioridades es que todos los bares puedan colocar barras en la calle e incluso la Cofradía se plantea la posibilidad de instalar txosnas tanto en el Casco Histórico como en el entorno del parque Antonio Machado. «San Juan es una fiesta de calle, para estar y compartir todos juntos; es el espíritu que debemos potenciar», remarca Davalillo, que ya ha trasladado a la alcaldesa su idea y que confía plenamente en la respuesta positiva por parte del equipo de Gobierno a la hora de tramitar los permisos.

Esta novedad ha sido comunicada también a los hosteleros en la reunión mantenida esta semana para escuchar las propuestas del sector. En dicho encuentro, al que asistieron cerca de cuarenta establecimientos, Davalillo adelantó su intención de reducir el número de espectáculos del programa, muchos de los cuales se financiaban gracias a la colaboración de los bares. El nuevo presidente quiere agrupar las verbenas en un par de zonas.

Aunque la idea todavía está en su fase inicial, todo apunta a que el sábado se buscará revitalizar la Parte Vieja y que la masa sanjuanera permanezca a ese lado del puente tras el Bombazo, colocando txosnas para incrementar la oferta de bares.

El domingo la mayor parte de actos tendrían lugar en la calle La Estación, y también se daría la oportunidad a otros establecimientos de colocar una caseta que complemente las barras en la calle. El objetivo es que el mayor número de negocios de la ciudad se vean beneficiados por el impacto económico de las fiestas y que los sanjuaneros puedan estar la mayor parte del tiempo en la calle.

Desde que asumió el cargo, Davalillo siempre ha dejado claro que la filosofía que regirá su mandato es que «el dinero que mueve San Juan se quede en Miranda», quiso dejar claro a los hosteleros que pese a que el ocio nocturno estará más concentrado que en otras ediciones, se pondrán en marcha otras iniciativas que permitan diversificar el reparto económico. Por ejemplo, la alubiada no se hará solo con catering. Este año se pretende colocar una carpa en las inmediaciones de la Fábrica de Tornillos, con un aforo mucho más reducido que en otras ediciones, para que el grueso de sanjuaneros puedan comprar el ticket pero comer en los restaurantes de la ciudad.

Por falta de infraestructura, ya que en Miranda no hay muchos restaurantes que puedan dar un servicio catering para más de mil personas, en los últimos años la alubiada se encargaba a una empresa vasca. Davalillo quiere revertir esa dinámica y también evitar que todos los blusas se reúnan en una carpa.

«San Juan tiene que servir para dar colorido y ambiente a las calles», insiste el presidente de la Cofradía, que asumió el cargo recientemente tras una primera convocatoria de elecciones que quedó desierta y que hizo temer por el futuro de la entidad organizadora de las fiestas más esperadas por todos los mirandeses. Con un equipo de trabajo renovado, Davalillo busca dar una vuelta de tuerca al programa.