Cinco empresas locales pondrán dinero en la sociedad promotora del parque temático de Miranda

El primer paso para que el proyecto no caiga en el olvido es crear una sociedad promotora. Para eso es necesario que haya inversores dispuestos a aportar una suma de dinero que permita acometer las primeras actuaciones recogidas en el plan director.

Desde un primer momento Fundación Coral ha mostrado su interés en tirar del carro, y la presencia de José Luis Solana ha servido para atraer a más empresarios. Otras cuatro firmas locales ya han confirmado que aportarán una cantidad inicial para constituir la sociedad, de la que también tendrá un porcentaje el Ayuntamiento.

«El parque temático va a ser una realidad», remarca Solana, que no tiene ninguna duda de que con este respaldo es suficiente para echar a andar. El plan director recoge actuaciones por más de 20 millones de euros, pero el proyecto está dividido en fases totalmente independientes por lo que no hace falta un capital muy elevado para empezar. El presidente de la Fundación Coral cree que con medio millón de euros es suficiente para poner la primera piedra, y que una vez que se vean las primeras intervenciones, será más sencillo implicar a otros inversores.

De hecho, hay empresas de fuera de Miranda que ya han mostrado interés en un proyecto que consideran que puede reportar grandes beneficios si se desarrolla casi en su totalidad aunque «primero es que nos lo creamos y apostemos los de casa», asegura Solana.

La constitución de la sociedad promotora se ha retrasado un poco más de lo esperado ya que la idea iniciar era constituirla en otoño para ejecutar la primera actuación antes de final de año. Pero más allá de los plazos, los inversores creen que lo importante es que se den pasos para que el proyecto no quede en un brindis al sol. La hoja de ruta empieza a estar más definida y la próxima semana se mantendrán ya las primeras reuniones para dar forma legal a la entidad que deberá impulsar el parque temático. El modelo a seguir, salvando las enormes diferencias, es el que promovió la transformación de Bilbao a finales del siglo pasado, con el Guggenheim como exponente, pero con una serie de actuaciones mucho más profundas que permitieron cambiar totalmente la imagen y la actividad económica de la capital vizcaína.

En el caso de Miranda, el eje temático será el ferrocarril aunque se ahondará en la idea de la ciudad como cruce de caminos. El plan director presentado por la empresa especializada Imandra contempla desde construir una cámara oscura en la torre de San Nicolás hasta un observatorio de estrellas, recorridos en tren urbano o mapas interactivos. En total, más de 30 millones de euros, aunque serán los inversores los que vayan determinando con el paso de los años hasta dónde se puede llegar.

El objetivo es que las cinco empresas que ya han confirmado su interés aporten una cantidad mínima para ejecutar la primera actuación, que sirva como punto de partida y que incluso pueda reportar ya unos ingresos. De esa forma será más sencillo captar a nuevos socios para ir desarrollando las siguientes fases.

La idea de que Miranda puede ser un referente turístico, además de un polo industrial, se sustenta en que la ubicación geográfica permite tener a tres millones de potenciales visitantes en un radio de una hora y en que la ciudad tiene muchos atractivos por explotar, desde su gastronomía al río Ebro.