Una cámara oscura, proyecciones inmersivas y mapas tridimensionales

Este tipo de espacios, similar al de la Torre Tavira de Cádiz, producen una imagen sobre una pantalla blanca curva horizontal situada en el centro de una habitación totalmente pintada de negro. La imagen proyectada refleja lo que está teniendo lugar en el exterior en ese mismo instante, y gracias a la larga distancia focal de las lentes, el resultado es un magnífico efecto óptico.

Pero la cámara oscura forma parte de una larga lista de actuaciones previstas por Imandra en la que también se incluye una proyección inmersiva con 48 cámaras en la iglesia de San Juan, templo cuya rehabilitación sería abierta para que pueda seguirse su evolución. En San Juan está proyectado un observatorio de estrellas, en la Casa de los Urbina una infografía bajo el título 'Si las paredes hablaran' que repasará todos los personajes históricos que han pernoctado en ella o un holograma en la iglesia de Arce para explicar quienes eran los autrigones.

El objetivo del espacio temático es hacer un recorrido por la ciudad, no centrarse en una sola ubicación. El punto de partida estaría en la zona del Emiliano Bajo, lugar en el que estaría ubicada la taquilla. El precio para poder disfrutar de todas las atracciones rondará los 30 euros (5 para los niños) ya partir de ahí los visitantes podrán desplazarse por toda la ciudad para interactuar con las diferentes atracciones.

Lógicamente la estación de trenes tiene un peso específico dentro del proyecto, ya que es el recinto en el que se pretende instalar un centro de interpretación o museo del ferrocarril.

Aunque todo lo que rodea al parque temático suena muy lejano en el tiempo, los plazos son cortos. De hecho, Imandra ya ha planteado a la corporación que la primera de las actuaciones debería estar lista antes del próximo verano, para que tanto los mirandeses como los posibles inversores, empiecen a creer en el proyecto.

De todas las ideas, la elegida para abrir el camino es la máquina de movimiento continuo que acogerá la estación de autobuses, una instalación que actualmente no tiene disponible casi toda su superficie interior porque nunca ha resultado lo suficientemente atractiva para que se abran comercios o un bar. Al ser un espacio que no requiere una gran inversión para acondicionarlo y que está directamente vinculado con la idea de cruce de caminos que se quiere dar con el parque temático, la empresa especializada considera que es el emplazamiento ideal para poner en marcha su primera atracción.

Desde Imandra siempre se ha remarcado que la viabilidad del proyecto pasa porque no se quede en papel mojado a la espera de grandes inversiones, sino en ir avanzando poco a poco para que sea rentable tanto económica como turísticamente desde un primer momento y que esa inercia sea la que permita seguir avanzando.