«El río Bayas ha sufrido más durante el ultimo año que en toda su historia»

El colectivo recuerda que, hace justo un año, a solicitud del Ayuntamiento, se llevó a cabo una actuación sobre las riberas del Bayas «que acabó con más de mil árboles cortados o heridos y la mayoría de los hábitats naturales animales arrasados. Esta actuación se realizó bajo el beneplácito de la Junta de Castilla y León junto con la acción directa de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE)». Tras esta intervención «tan vergonzosa y que dejó a nuestro río en una situación límite», Queremos Ríos Vivos se opone frontalmente a las últimas declaraciones del concejal de Medio Ambiente del Consistorio, Unai Letona, expresando que el Bayas necesita otra actuación «prioritaria» para mejorar sus riberas.

«A pesar de que el proyecto no está claro y no ha sido presentado, la Concejalía de Medio Ambiente proclama que ha pedido la subvención a la Junta y al Ecyl sin saber exactamente cómo será la nueva actuación sobre el Bayas. Para nosotros no existe esa necesidad ni esa prioridad en volver a actuar sobre una zona natural que ni siquiera forma parte de nuestra zona urbana sino que está en la periferia de la ciudad», argumentan

Y es que, según apuntan, este tipo de trabajos pueden acarrear consecuencias de gran magnitud para el entorno natural. «No queremos tener que lamentarnos dentro de unos años de la mala salud de nuestro río por el afán intervencionista de unos pocos», añaden.

Así, advierten al ente municipal de que intervenir no supone necesariamente recuperar, por lo que proponen: «Mantener, conservar y respetar suele ser más ventajoso para un ecosistema natural a largo plazo que la excesiva intervención humana para adaptar esas zonas naturales a nuestras necesidades u ocio. Si no disponemos de las suficientes inversiones económicas a medio y largo plazo y del personal cualificado para realizar esas intervenciones, es mejor no realizarlas para que no terminen abandonadas o creando un perjuicio al espacio natural», sentencian.

El grupo ecologista aboga por «respetar los tiempos del río», por aguardar a que el ecosistema vaya recuperándose paulatinamente al mismo tiempo que se llevan a cabo labores de mantenimiento y conservación anuales de las riberas; así como el estudio de los ejemplares que aún se mantienen en pie o de nuevo crecimiento.

« Si de estas labores se concluye que hay algún árbol inseguro, o que amenace a la seguridad de las personas, enfermo o muerto; deberán ser retirados con los medios adecuados, al igual que los árboles o ramas que puedan caer durante las riadas para evitar taponamientos posteriores, pero todo realizado en su justa medida, con respeto», subrayan.

También añaden que los árboles de nueva plantación, como los que plantó recientemente la escuela taller cerca de la ribera del Bayas en memoria del campo de concentración o los que sembró la CHE para paliar la situación de las riberas, se mantengan bien regados y vigilados. «Hemos observado, en las últimas semanas, que algunos de estos ejemplares se están secando. Después de hacer todos un gran esfuerzo para plantar una cantidad considerable de árboles adecuados a las riberas del Bayas para mejorar su situación, sería mucho más provechoso el proteger lo ya plantado», lamentan.

Por último, dentro de sus demandas, también reclaman que se hagan limpiezas de residuos plásticos y de todo tipo en el Bayas con personal y material adaptado para la zona; y que se lleve a cabo un control de los vertidos y los análisis de la calidad del agua «con regularidad y exponiendo los resultados con transparencia» por el bien de la zona natural mirandesa.