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toni caballero
Viernes, 24 de septiembre 2021, 04:23
«El inicio de la campaña de recogida y molturación de remolacha está previsto para la segunda semana de noviembre, en torno al domingo 10. ... Sin embargo, no podemos avanzar ninguna fecha concreta porque el inicio de la campaña está supeditado a dos condicionantes: que la remolacha tenga un nivel de sacarosa suficiente y que exista una ventana de oportunidad meteorológica, que sepamos que contaremos con dos semanas sin lluvias para arrancar con la actividad en buenas condiciones», con estas palabras explica Salomé Santos, directora del Área Agrícola de Azucarera, la planificación que tiene en mente la empresa para la campaña de la planta mirandesa.
En este sentido, el inicio del periodo intensivo de recogida podrá adelantarse o retrasarse dependiendo de las condiciones meteorológicas, «si llueve no se pueden arrancar bien»; y de lo que indique el muestreo previo de la remolacha, «comenzará más tarde si no tiene la sacarosa suficiente para hacer el azúcar de nivel que queremos».
Sí parecen claras, por el contrario, tanto la duración de la campaña como la superficie de hectáreas cultivadas que se van a recoger en la factoría de nuestra ciudad. «Si no hay ningún imprevisto, la campaña durará alrededor de 45 días, más o menos como el año pasado, por lo que acabará antes de final de año, cerca de las navidades», explica Santos.
Asimismo, serán un total de 2.300 hectáreas cultivadas, aproximadamente, las que se arrancarán para su recepción en Miranda a lo largo de la campaña (800 menos que en el año 2019), todo ello con el objetivo de superar las 199.000 toneladas de remolacha que se molturaron en el periodo intensivo de 2020.
Una de las principales novedades de Azucarera respecto al futuro de su planta en la ciudad es que, de cara a 2022, la dirección planea revertir la tendencia descendente en cuanto a la superficie de remolacha contratada para su molturación. «El precio del azúcar está subiendo, por lo que podemos presentar modelos comerciales más atractivos para los remolacheros. Esto puede ayudar a que el año que viene intentemos cambiar la tendencia descendente de los últimos ejercicios en relación a la superficie de remolacha, volver a crecer», avanza la directora agrícola de la firma.
Pese a no poder revelar una estimación de la superficie de cultivo deseada para el próximo curso, Santos deja claro que «Álava y La Rioja son dos territorios muy fuertes en el cultivo de la remolacha, que siempre nos han aportado mucho en Miranda y donde hemos perdido superficie en los últimos años desde la llegada de la crisis del azúcar. Queremos recuperar territorio en La Rioja y Álava para obtener un mayor número de toneladas».
Y es que, desde 2019 hasta la actualidad, Álava ha pasado de cultivar 1.412 hectáreas de remolacha para la planta de nuestra ciudad a hacerlo con 900; y La Rioja pasó de 929 a 500 hectáreas de raíz. Por el contrario, Navarra incrementó su superficie de 360 a 400 hectáreas; y Burgos y Palencia se hacen cargo de las 500 hectáreas de remolacha restantes cuando dos años atrás se hacían cargo de menos de 400 entre ambas provincias.
En relación al número de agricultores que prestarán sus servicios en las diferentes comunidades para brindar remolacha a la factoría de la ciudad, el número también se mantiene en aproximadamente 230 profesionales del campo, «aunque cambia su distribución geográfica».
Asimismo, la dirección agrícola espera mejorar la producción este año «gracias a variedades más resistentes a la cercospora y a un buen manejo del cultivo en condiciones meteorológicas buenas». Cabe recordar que la polarización de la remolacha llegó a un más que positivo 17,3 grados en 2020, pero el rendimiento descendió un poco respecto a2019, pasando de 99 toneladas por hectárea a 97 toneladas.
Por el momento, el cultivo se está desarrollando bien y Azucarera está a la espera de los últimos detalles para iniciar la campaña de recogida y molturación durante la segunda semana de noviembre, las muestras de remolacha y el tiempo dirán si surgen variaciones.
2 semanas sin lluvia hacen falta para dar comienzo al periodo de arranque.
199.000 toneladas de remolacha fueron molturadas el curso pasado. La polarización de la remolacha llegó a 17,3 grados, pero el rendimiento descendió respecto a 2019, pasando de 99 a 97 toneladas por hectárea.
230 remolacheros entregan su producto en la planta mirandesa, el grueso de ellos pertenece a Álava, seguidos por los agricultores riojanos, navarros, palentinos y burgaleses.
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