El paso peatonal sobre la vía, sin estrenar desde hace más de cuatro años, será sellado en ambos accesos por problemas de seguridad.

Campo pedirá al Adif que recurra a un fondo de 180 millones para eliminar el paso a nivel

El alcalde y vecinos de El Crucero solicitan una reunión «con el objetivo claro de que este año se contraten las obras»

salvador arroyo

Miércoles, 25 de marzo 2015, 02:12

El Ayuntamiento de Miranda pretende conseguir que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) haga uso de un fondo económico de libre disposición y, por tanto, sin asignación presupuestaria concreta, para financiar la eliminación del paso a nivel de El Crucero. Es lo que ayer sostuvo el alcalde, Fernando Campo, tras entrevistarse la víspera con representantes de la asociación de vecinos de este barrio periférico de Miranda.

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180 millones de euros para actuaciones en todo el país. Es la dotación económica que, según el mandatario local, quedaría sujeta a «una decisión política». Una mínima parte, apenas 1,2 millones es el coste del proyecto, de acuerdo con los datos que maneja el Consistorio mirandés, bastaría para resolver el problema al que se enfrentan a diario los residentes; para eliminar el último de los pasos con barrera del término municipal. «En el escrito que esta misma mañana se me ha enviado me reafirman desde Patrimonio (en alusión al departamento del Adif desde el que se ha venido gestionando todo el proceso) que son 1,2 millones».

Campo habló de un acuerdo con los vecinos; de una línea de acción común que ha comenzado con la solicitud de una reunión por carta al director general del Adif, a la que acudiría él mismo y representantes de la asociación. «En ese sentido, vamos a dar un plazo prudente antes de que se haga cualquier tipo de movilización». Y que, a través de una carta, la Asociación de Vecinos de El Crucero anunció la pasada semana que no descartaba «la posibilidad de realizar distintas acciones reivindicativas». Y hacía referencia a una muy concreta:«Cortar el paso de los trenes, a la altura del paso a nivel, en distintos horarios y días». Apelaban, en este sentido, a que el Adif presentara «una propuesta concreta en los próximos días». Al día siguiente, la concejala de Hacienda, Laura Torres, en calidad de teniente de alcalde, anunciaba la celebración de un encuentro con los vecinos.

Celebrado este encuentro, Campo subrayó que «el objetivo es claro: intentar que este año se saque la contratación de las obras». Y para ello entiende que es necesario «que se cambie de finalidad ese dinero de libre disposición, por así decirlo». La falta de presupuesto viene siendo desde hace, al menos tres años, el argumento retirado de la sociedad pública dependiente del Ministerio de Fomento. De hecho, la mecha del malestar se ha encendido después de que se hiciera público que Adif no iba a cumplir con un compromiso que adquirió por carta con el Ayuntamiento de la ciudad en 2013. Tal y como ya ha reflejado este periódico, el director de Patrimonio y Urbanismo,Alfredo Cabello, descartó este mes la posibilidad de que se pudiese acometer la obra de conexión con la N-1. «Lamentablemente nuestra previsión inicial al respecto no se ha podido cumplir y tampoco podrá acometerse esta obra en el ejercicio de 2015».

Esa «previsión inicial» a la que aludía el responsable de Patrimonio delAdif la había lanzado en 2013 su predecesor en el cargo, Jorge Segrelles. En su misiva de entonces aseguró que «nuestra previsión es que esa obra se pueda acometer en el ejercicio 2015». Cartas en las que no se hace referencia de forma expresa a las infraestructuras ya construidas y sin utilizar: un paso elevado inservible y una inferior que no conduce a ningún sitio, a escasos metros del primero.

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El Ayuntamiento según lo planteado por el alcalde habría conseguido como medida inmediata el sellado de los dos puntos de acceso al paso peatonal (una de las entradas tiene una valla de obra y en la otra, unas citas rotas desde hace años). «Me han asegurado que se va a sellar y con un cartel claro de prohibido el paso». En tránsito a escasos metros de un cable de media tensión es uno de los problemas de inseguridad asociados a esta pasarela, según lo explicado por el responsable de Obras, Gustavo Modino.

Estructura inservible

Aunque ayer Campo se refirió a que «no es un problema de cables de alta tensión». Tampoco fue más allá. No precisó absolutamente nada más. Lo evidente es que la estructura está inservible y, de hecho, si en el futuro se confirmase el tránsito de la línea de alta velocidad, tendría que ser echado desmontado.

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«Eso es absolutamente claro. Está prohibido. Lo que sí puede existir es el paso inferior». El empalme, según lo expuesto por Campo, no se realizaría con una rotonda en su día se opuso a esa idea la Dirección General de Carreteras «sino paralelo a lo que es la vía y fuera de la afección del estudio informativo del AVE, ir hasta el camino que sale del paso actual de El Crucero hasta la carretera nacional».

No se trataría por tanto de un acceso en línea más o menos recta con la N-1 la glorieta de distribución planteada en 2010 iba a ser un elemento de distribución de tráfico incluso con derivación al centro urbano si no un vial de tránsito paralelo al trazado ferroviario hasta entroncar con la actual conexión.

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