Viranda cerró el último ejercicio con unas pérdidas superiores a los 169.000 euros

A la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo no le salieron las cuentas en 2013; el último de los ejercicios económicos auditados y que hace escasamente unos meses superó el filtro del consejo de administración. Viranda puso sobre la mesa una contabilidad en negativo: 169.252,22 euros de pérdidas que se ciñen exclusivamente al periodo contable referido, puesto que las arcas de la sociedad pública aún mantienen números positivos en base, fundamentalmente, a la valoración patrimonial de sus bienes en viviendas, plazas de garaje y solares.

De acuerdo con el informe depositado en el Registro Mercantil de Burgos, la sociedad identificada como Emvimesa, disponía a la espera de que se cierre el periodo económico actual de más de 7 millones de euros en activos. Es el dato que reflejaba la propia Gerencia y que se desgrana conforme a los siguientes conceptos:inversiones inmobiliarias, 1,5 millones; participación en empresas del grupo, 1,2 este apartado hace referencia a la vinculación de Viranda con CaixaBank en la sociedad Vía 10; y 2,8 millones más en inversiones financieras a corto plazo y tesorería.

En el seno del consejo no preocupa, por tanto, el último dato. Integrado por los tres partidos políticos con representación en el Ayuntamiento y presidido por Fernando Campo. Los números rojos son puntuales. De hecho, se matiza que parte de esa cantidad vino derivada del cambio de criterio que se aplicó el pasado año en relación con las VPO de régimen especial que se construyeron en las calles Los Hornos y El Olivo. En el mismo informe se plantea como necesario «abonar en torno a 106.765,78 euros en concepto de IVA por el cambio producido en las promociones, al decidir el consejo de administración dedicar estas viviendas a alquiler en vez de a compra-venta como inicialmente estaban planteadas».

De igual modo, la Gerencia de la sociedad recuerda que a lo largo de 2013 «se procedió a efectuar un reparto de dividendo» de medio millón de euros con cargo a reservas. Había, por tanto, un colchón. «Viranda tiene en torno a 800.000 euros en una cuenta y luego existen otros 100.000 euros más», insiste el alcalde a la hora de defender la solvencia de la entidad pública.

Para una sociedad que se mueve con patrimonio municipal y que se constituyó inicialmente con la finalidad de promover viviendas y garajes en condiciones especiales, por debajo del precio libre de mercado, la falta de actividad en esos cometidos tiene un impacto sensible en sus variables económicas. Dicho de otro modo, si los gastos fijos se incrementan y no se compensa con la liberación de activos como puede ser hoy visible con las plazas del parking de Prim o el stock de garajes que existe en la promoción de viviendas de Ronda del Ferrocarril, carretera de Logroño y Rafael Alberti, es fácil que se produzca la descompensación.

En este sentido, uno de los factores fijos que se movieron al alza durante el pasado año fue el de los gastos de personal. Aunque, ciertamente, lo hicieron de un modo casi testimonial. Las remuneraciones del gerente y demás empleados de la sociedad absorbieron un total de 215.454,77 euros durante el ejercicio de 2013. De esa cantidad, 173.501,57 se destinaron a sueldos, salarios y asimilados; y 41.953,20, al pago de las cargas sociales. El global es en torno a 11.000 euros superior al que se registró en la contabilidad de 2012.

Ganancias de un millón

La diferencia es que aquel año, el ejercicio se cerró con más de 1 millón de euros en ganancias porque fue el último en el que realmente hubo un resultado de explotación en positivo. «En el capítulo de personal también se incluye la contratación del administrador de fincas que gestiona el parking de Prim, limpieza de lonjas, etcétera. En cualquier caso, hablamos de un déficit de gestión anual porque Viranda no tiene números rojos».

La empresa municipal ha recibido nuevos cometidos este año. En la práctica, todos están vinculados al desarrollo del Plan de Vivienda y tienen un carácter puramente administrativo. Es el caso de la recepción de solicitudes para ayudas al alquiler, de su mediación entre los solicitantes y la Junta de Castilla y León para el acceso a las subvenciones regionales y, en última instancia, también, será una especie de inmobiliaria, un punto de referencia (con el consiguiente compromiso de garantías) entre los ciudadanos que deseen poner en alquiler sus pisos y los que quieran optar a un vivienda pagando una renta mensual.

En el aire quedará, al menos hasta enero, la posibilidad de que Viranda vuelva a ser directamente promotora; en concreto del 50% de las 72 viviendas de alquiler con opción a compra que desde hace años se proyectan en la Avenida de Europa. Para ello se requerirá primero la disolución de la sociedad que constituyó con CaixaBank: Vía 10; la malograda sociedad que nació en la crisis y que la entidad bancaria no quiere mantener viva por más tiempo.