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Trabajadores de Montefibre, ayer a las puertas de la empresa.

Montefibre extingue 179 contratos

La plantilla debe ratificar hoy el preacuerdo alcanzado entre el comité y la dirección, tras negarse Endesa a aceptar una quita de deuda

cristina ortiz

Jueves, 4 de diciembre 2014, 01:59

La falta de acuerdo con Endesa marca el camino de salida para 179 trabajadores de Montefibre que antes de que acabe el año verán extinguida su relación laboral si hoy la plantilla refrenda el preacuerdo al que llegaron ayer la dirección de la firma, el administrador concursal y el comité de empresa, tras una reunión que sobrepasó las 8 horas. Y es que «no es posible mantener a medio plazo los contratos de trabajo suspendidos sin tener ninguna expectativa» de que se vaya a retomar la actividad, tal y como reconoció a las puertas de la factoría la abogada de Comisiones Obreras, Blanca Suárez.

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Ya semanas atrás la viabilidad de la químico-textil se había condicionado a la cogeneración, pero para arrancar esa planta había que llegar antes a un acuerdo de reducción de la deuda con Endesa un acreedor privilegiado, que el martes «formalmente comunicó a la dirección de Montefibre que no iba a aceptar ninguna quita y que no se adhería al convenio de acreedores». La energética quiere cobrar los 7 millones de euros que les deben por dos meses de suministro. «Dejó claro que no había ninguna posibilidad de acuerdo en ese punto y, ante esta situación, la viabilidad de la compañía es cero», reconoció Suárez.

Las negociaciones entre las dos partes, que ya se habían roto con anterioridad, se retomaron hace apenas quince días, tal y como la dirección de Montefibre reconoció en una de las reuniones periódicas mantenida con los representantes de los trabajadores. Pero en esta nueva etapa tampoco han conseguido llegar a un acuerdo.

Y ésta era la única opción que se barajaba. Se han quedado sin alternativas, porque la posibilidad de recibir vapor de la planta de biomasa de Rottneros de hacerse realidad sería a largo plazo. Así que ayer, «ambas partes, de común acuerdo, hemos entendido que se tenía que extinguir la relación laboral de todas las personas adscritas al proceso de producción», confirmó la abogada sindical.

De ese listado van a quedar excluidos los relevistas y los relevados, que van a permanecer en suspensión hasta el 30 de abril. Fecha de vigencia del séptimo ERE temporal aprobado hace un mes. Una decisión que tiene una justificación básicamente burocrática, porque «la extinción, si no hay un cierre de la empresa, tiene muchos inconvenientes de cara a la continuidad de la prestación y del mantenimiento de las pensiones».

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Eso supone que, de momento, seguirán vinculados a Montefibre, además de los miembros de la dirección, unos 30 trabajadores en esa situación concreta y «un par de ellos más de mantenimiento».

Si hoy la plantilla ratifica ese preacuerdo de extinción de contratos, se dará traslado de la decisión al juzgado de lo Mercantil número 5 de Barcelona que ha llevado el caso desde el primer momento para que dicte el auto de extinción y «todo el mundo vaya al desempleo. Se reconvierte la situación y pasan de tener un contrato suspendido a ir al paro de manera definitiva».

Será entonces cuando tengan que solicitar la devolución de parte del tiempo con derecho a prestación consumido. Pueden recuperar la correspondiente a 180 días, pero para ello el magistrado tiene que firmar la resolución antes del 31, sin entrar en 2015.

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Un requisito que están convencidos que se cumplirá sin problemas porque «la administración concursal, que es quien ha hablado con el juez, nos ha garantizado que las extinciones se producirán con carácter previo a esa fecha».

Una vez que se ponga fin a la relación laboral con la químico-textil, los trabajadores también recibirán la indemnización correspondiente. En este caso, 20 días por año, con el tope de una anualidad, a los que deberán sumar la cuantía derivada de «una mejora» conseguida por el comité y que, en algunos casos, dependiendo de la antigüedad, «puede ser significativa». Percibirán el equivalente al coste de la seguridad social que la empresa tendría que pagar por ese trabajador de aquí hasta abril, que es cuando acaba el ERE de suspensión. «Ese dinero, que Montefibre no pretende ahorrarlo, se destina a mejorar los finiquitos de la plantilla, que bastante sacrificios ha hecho ya».

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Aunque, «afortunadamente», valoró Suárez, alrededor del 40% de los que ahora saldrán, una vez que agoten el tiempo de paro que les corresponda, pasarán directamente a la jubilación. «Gente con más de 61 años que por sus cotizaciones y su situación personal pueda hacerlo».

Posible vuelta

En el preacuerdo no se han cerrado solo las condiciones de salida, también las de una posible vuelta en el hipotético caso de que la fábrica retome la actividad. «En el acta figura que los trabajadores ahora afectados tendrían prioridad de contratación frente a terceros ajenos a la actividad. Habría que facilitarles la vuelta con las condiciones actuales, superiores a las del convenio sectorial».

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Pero que esa vuelta se haga realidad «está en manos de Endesa que tiene que ser consciente de que ha despedido a más de 200 trabajadores. Ella sola». Evidentemente, Suárez, reconoce que «se le debe dinero», pero a los demás acreedores también y «han hecho el esfuerzo de aceptar quitas y plazos de pago. ¿Por qué la eléctrica va a ser diferente?», cuestionó, al tiempo que no dudó en llamar «al boicot a Endesa en toda Castilla y León. No son conscientes del daño que están haciendo a Miranda, de donde no puede desaparecer toda la industria». Pero es que, además, es un decisión que va en contra de sus propios intereses porque «si la empresa se liquida no van a cobrar nada. No somos capaces de entender su actitud».

Quien sí que seguirá en Montefibre será Praedium. El fondo de inversión deberá depositar los dos millones de euros de la ampliación de capital comprometida, porque se han dado los dos requisitos a los que la había vinculado: la existencia de un plan de viabilidad y la aprobación de una junta de acreedores. «Otra cosa es que la eléctrica no se haya adherido. Pero el dinero comprometido es totalmente insuficiente para mantener la actividad», zanjó.

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