Ver fotos
Fallece Ángel Landa, uno de los pioneros del alpinismo vizcaíno
Su cordada con Pedro Udaondo marcó una época en los años 50 y 60 con innumerables aperturas y escaladas que marcaron el camino a las generaciones posteriores
«Todas las cumbres estaban ascendidas, pero las paredes y las aristas no, así que ése se convirtió en nuestro terreno». La frase, pronunciada por Ángel Landa en el documental sobre la historia del alpinismo vasco dirigido por Juanjo San Sebastián, refleja la mentalidad de un grupo de jóvenes veinteañeros en los años 50 del pasado siglo que hicieron de la escalada y las paredes verticales su pasión. Uno de sus más destacados representantes, Ángel Landa (Sestao, 1935), falleció este martes en Erandio a los 85 años de edad.
Publicidad
De aquella reducida pero valiosa generación de pioneros del alpinismo vizcaíno, entre los que figuran también Pedro Udaondo (1934-2007) y José María Regil (1936), Ángel Landa era el referente. «Llevaba la escalada en los genes. Era un artista escalando, y como alpinista también. En la actualidad hubiese sido un profesional de la montaña. Y muy bueno además», explica Txutxi Ubieta, otro veterano escalador de la época, un poco más joven que la terna pionera y que compartió cordada con todos ellos.
Eran años en los que se escalaba con camisa, pantalón de bombacho, calcetín de lana y alpargata, la cuerda era de esparto y los escaladores tenían que fabricarse sus propias clavijas. En esas condiciones, Ángel Landa era un fuera de serie. «Era un alpinismo de exploración», recuerda Juanjo San Sebastián, que tuvo el «honor» de dar sus primeros pasos verticales como segundo de cordada de Landa. «Cuando fueron a hacer la Norte del Naranjo en invierno, tardaron tres días en ir desde Espinama al Naranjo», recuerda el bilbaíno, «y Ángel hizo la travesía con chirucas».
La lista de aperturas es interminable. Con Pedro Udaondo formó una cordad irrepetible «al nivel de las mejores del panorama nacional e incluso internacional», rememora Ubieta. Pero si hay que elegir alguna, sin duda destacan la primera invernal al Naranjo de Bulnes, por la vía 'Régil', en marzo de 1956, realizada con una cuerda de cáñamo de 100 metros prestada; y la primera nacional del Pilar Bonatti del Dru, en 1961, ambas con Udaondo.
Esta última tuvo un significado muy especial para Ángel Landa ya que Bonatti y su filosofía vital sobre la vida y la escalada eran su gran referente. «Fue una repetición, pero en una época en la que las vías, y más una como esa apenas tenían dos o tres repeticiones», explica Juanjo San Sebastián. Fueron varias las vías de Bonatti que Landa repitió, buscando quizás inbuirse de su espíritu. Logró la primera nacional a la cara este del Capuccin, también por su vía Bonatti (1962), en unos años de frenética actividad alpina en ellos que también consiguió la primera invernal absoluta del corredor Gervasutti del Mont Blanc du Tacul, con Ángel Rosen (1966), tras intentar el Croz de las Jorasses, que aún era virgen en invierno.
Publicidad
Además, desarrolló una importante labor de formación a la siguientes generaciones desde la Federación de Montaña y fue responsable técnico de dos expediciones que marcaron el futuro del alpinismo vasco: la expedición vasca a la Cordillera Blanca de 1967, en la que se lograron las primeras nacionales al Atunrraju (5987 m) y el Uchurraju (5600 m); y la famosa Expedición Tximist, la primera expedición española al Everest, que se quedó a 350 metros de la cumbre.
Siempre fue un guardián de las esencias del alpinismo clásico, especialmente tras su retirada. Probablemente por eso, en una época en la que prácticamente no existían los grupos de rescate, Ángel Landa siempre estuvo presto a ayudar donde hacía falta. Así, participó en el rescate de Patxi Berrio y Ramón Ortiz en el Urruellu en 1969 tras quedar colgados inertes en la pared noroeste en un incidente que tuvo en vilo a toda la comunidad alpinista nacional. También acudió, junto con los hermanos Regil, al intento de rescate de los cuerpos de Rabadá y Navarro en la norte del Eiger, en 1963, un suceso que conmovió también a todo el alpinismo, más allá de fronteras.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión