¿Puede cobrarse un décimo de lotería de Navidad roto o deteriorado?
Hay que evitar manipularlo para arreglarlo, ya que eso solo empeora las cosas
Muchos guardan sus décimos de la Lotería de Navidad como oro en paño, pero a veces surgen contratiempos. Un día de lluvia que moja el boleto, un pequeño desgarro en su papel... Y, claro, surge el miedo de no poder cobrar el décimo. Ya si hablamos del Gordo, cunde el pánico. Lo primero, tranquilidad. Hay solución.
Si un décimo se deteriora, hay que evitar manipularlo para arreglarlo. Eso solo empeora las cosas. Lo más recomendable es enviarlo a Loterías y Apuestas del Estado para que pueda determinar su validez. En caso de que su estado sea muy malo, el boleto es enviado a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, cuyos expertos determinarán su validez a través de avanzadas técnicas de comprobación.
Una vez que se tiene la luz verde para su cobro, hay que tener en cuenta que hay una fecha límite para cobrarlos. Tres meses después desde el día siguiente a que se celebre el sorteo. Una vez expirado este periodo, si el jugador no ha reclamado, el importe se lo embolsará Hacienda. Y no hay forma de reclamar ese dinero.
Otro aspecto a tener en cuenta es dónde cobrarlo. Depende de la cantidad. Aquellos premios que superen los 2.500 euros deberán reclamarse en alguna de las entidades financieras habilitadas por Loterías y Apuestas del Estado. Las cuantías menos abultadas podrán cobrarse en cualquier administración. En caso de haber adquirido el décimo a través de una participación, se deberá acudir a la entidad correspondiente para completar la recaudación.
Hacienda
El fisco se suele quedarse con el 20% de lo ganado en los grandes premios. No es un porcentaje específico para la Lotería de Navidad, ni mucho menos. Es lo que se aplica a todo premio que exceda los 40.000 euros. En los concursos de la televisión, la Bonoloto, el Euromillones... En el caso del Gordo, entonces, cada cantidad agraciada del décimo tributará por 360.000 euros (quedan exentos los primeros 40.000 euros), ya que Hacienda se queda con el 20% de esta cantidad (72.000 euros). El ganador se embolsará 328.000 euros.
En el caso de cada décimo del segundo premio, dotado con 125.000 euros, se tributaría por los 85.000 euros no exentos. Hacienda se queda con 17.000 euros y el ganador, con 108.000 euros. Los afortunados con un décimo tercer premio (50.000 euros) tendrán que tributar 2.000 euros y se quedarán con 48.000 euros, mientras que el resto de premios está exento por no alcanzar los 40.000 euros.