Bermeo plantea a Puertos el traslado del astillero ante el creciente malestar vecinal

El oposición vecinal en torno al proyecto de ampliación de las instalaciones de la empresa Astilleros de Bermeo S.L. ha llegado hasta el Gobierno vasco. De hecho, integrantes de la plataforma Astillero Toxikoa Ez!, contraria a que la carpintería de ribera construya en el futuro barcos de plástico y fibra de vidrio por «contaminante», aseguran, se han reunido con responsables del Ejecutivo autonómico para solicitarles que les aclaren los posibles problemas de salubridad que podría ocasionar dicha actividad que, sin embargo, cuenta con los permisos pertinentes de Medio Ambiente y Salud Pública.

Durante el encuentro, en el que también estuvieron presentes la alcaldesa de Bermeo, Idurre Bideguren, así como representantes de los diferentes partidos políticos que conforman el Ayuntamiento de la villa -Bildu, PNV, Guzan e Izartu- y técnicos municipales, también se informó sobre los permisos de obra y actividad que le han sido concedidos a Astilleros de Bermeo hasta la fecha para poder llevar a cabo el proyecto de ampliación de sus instalaciones. «A día de hoy, el astillero está dentro de la Ley y, por tanto, no existe ninguna justificación para que el Ayuntamiento le deniegue el permiso de actividad», señaló la primera edil.

De hecho, desde Puertos «nos han advertido que no dárselo acarrearía responsabilidades patrimoniales y penales. Además, nos han explicado que el astillero puede manipular, como otras tantas empresas, fibra de vidrio. Otra cosa sería que la fabrique, que no es el caso», señaló Bideguren. No obstante, el Consistorio ha dejado claro al Gobierno vasco que «existe un malestar social en torno a este tema y que tenemos que buscarle una salida», apuntó.

Condiciones

El Ejecutivo autonómico considera «necesario» un astillero dentro del área portuaria y una de las alternativas planteadas por el Ayuntamiento para solventar el problema pasa por modificar el Plan Especial de la dársena y «reubicar la empresa en otro punto», explicaron. Asimismo, desde el PNV, partido mayoritario en la oposición en el Consistorio, aseguraron ayer que «es al equipo de Gobierno local al que le toca decidir si quiere o no que el astillero desarrolle la actividad que pretende en el futuro en el centro urbano del municipio con los peligros que conlleva. Una posibilidad para que eso no ocurra sería endurecer las condiciones para que pueda llevar adelante esa actividad peligrosa», matizó el portavoz del grupo jeltzale, Aritz Abaroa.