Cuando el ron, se convierte en un acompañante de la gastronomía
El Barceló Imperial Blend 40 Aniversario escoltó los platos del Atelier Etxanobe combinado en distintos cócteles
El Atelier Extanobe de Bilbao acogió la semana pasada una cata diferente: la de la presentación del Ron Barceló Imperial Blend 40º aniversario, la referencia más exclusiva de esta bodega situada en la localidad dominicana de San Pedro de Macorís. Este ron es el resultado de trabajar solo con el jugo de caña de azúcar fresco, envejecer hasta una década en barricas de roble americano y después ser añejado dos años más en barriles de roble francés con distintos grados de tueste. Como parte final del proceso, descansa en toneles de roble francés durante otros 10 años. Es mucho tiempo para una bebida y la cata tenía que estar a la altura.
Así, la brand ambassador de Ron Barceló, Ana Suárez, decidió invitar a los comensales a probar tres rones directamente extraídos de la barrica que son los que se usan para elaborar el Blend Imperial. La idea era poder apreciar las notas aromáticas y de sabor de los tres teniendo en cuenta más los propios recuerdos que lo que dicen los expertos, sin reparar en etiquetas. «Es un recorrido por la bodega y por las barricas» porque «el único secreto del Imperial es la madera, los diferentes tuestes».
Después, se pasó al maridaje de cócteles elaborados con ron y platos de El Atelier, o a comprobar lo que el fuego puede hacer en la coctelería y la alta cocina y cómo casan ambas. La reinterpretación del mulata daiquiri hecha por Suárez (Barceló Imperial Onyx, licor de cacao y naranja amarga) acompañó al carabinero en dos texturas, las kokotxas en tempura y el carpaccio de cigala; el Highball de Barceló Imperial (albariño, zumo de naranja, ginger y angostura) se sirvió con lasaña fría de antxoas en sopa de tomate natural, ajoblanco de trufa con espárrago verde y calamar a la brasa; y el salmonete, el atún soasado con sumac, las manitas de cerdo y el lomo de Wagyu se maridaron con Vino Imperial Onyx (ron, vermut, licor de melocotón y Pedro Ximénez).