Un pulpo a descubrir en una cocina rebelde

En la cocina abundan las carnes, pescados y mariscos traídos diréctamente desde Galicia, un género con el que elaboran deliciosos platos a la brasa como la chuleta, los churrascos de ternera o de cerdo, o las zamburiñas, que están para chuparse los dedos. Aunque si hay un plato estrella que nunca defrauda, es el pulpo, que también se puede pedir a modo de ración en la barra. «Lo servimos al estilo tradicional, cocido, con pimentón, sal y aceite. Tiene mucho éxito porque le damos ese toque rebelde que solemos dar a nuestros platos. En este caso, lo ahumamos. Lo servimos de una manera muy visual en una cápsula con humo», explica el encargado, Sergio Bueres.

El durangués ha tomado el relevo del negocio de manos de sus suegros, quienes le confesaron el secreto de su famoso pollo asado, otro de sus «básicos» que atrae a comensales de toda la comarca. Aunque actualmente no se puede encontrar en la carta, los clientes pueden degustarlo en la barra o pueden encargarlo para llevar. «Es una receta tradicional de la familia que ya tenía mucho éxito cuando ambos regentaban otro local en Matiena, Abadiño», detalla. El mimo con el que Sergio elabora los platos, hacen del Botafumeiro una experiencia única. Un local que mantiene la esencia de su mujer, Míriam García, fallecida hace un año y a la que tienen muy presente. Los amantes de los postres no podrán abandonar el local sin probar sus exquisitas torrijas, la tarta de queso, o el sorbete de manzana verde que elaboran con godello o txakoli y helado artesano, «sin químicos y 100% natural».