Los riesgos de la creatina, el suplemento de moda en los gimnasios
Esta sustancia presente en los alimentos ricos en proteínas es un producto seguro, pero su consumo sin control médico puede causar daños renales o digestivos
Creatina. Tiene un nombre comercial fantástico, suena a medicamento estrella y algo de eso tiene. Es una sustancia presente en los alimentos, especialmente en los ... ricos en proteínas como carne, pescado y huevos que se ha convertido en la estrella de gimnasios y canchas deportivas. Todo el mundo habla de ella. Está de moda, porque tiene la doble ventaja de que muscula –le pone a uno más mazas– y además mejora el rendimiento. ¡Fantástico! Pero no haga caso de todo lo que lee y escucha, que en el mundo de la salud, como en todo, hay mucho farsante y 'vendemonas'. La creatina es un producto seguro, pero no puede tomarse alegremente. Su consumo sin control puede provocar efectos secundarios muy graves.
Como siempre en este espacio, no se trata de asustar a nadie, pero sí de poner los puntos sobre las íes. De contar las cosas como son: qué sí, qué no y hasta dónde llega. «A dosis normales y se consume bajo la supervisión de un especialista deportivo, un médico o un nutricionista no tiene por qué plantear problema alguno.», explica el director científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria y presidente de la Real Academia de Medicina del País Vasco, Javier Aranceta. «Lo ideal –aconseja– es tomarla de forma natural, a través de la dieta, pero si uno decide suplementarse es mejor que lo haga bien».
La creatina es uno de los pocos suplementos que, por norma general –y en consecuencia con sus excepciones– resultan seguros y pueden ser beneficioso para los deportistas. Hígado, páncreas y riñones son capaces de sintetizar, en función del peso de cada uno, claro, hasta cuatro gramos diarios de esta sustancia.
Más rendimiento y menos esfuerzo
El éxito que se ha ganado entre los deportistas se explica por su enorme capacidad para reforzar la función de uno de los transportadores de energía del cuerpo humano, la ATP. No son las siglas de la Asociación de Tenistas Profesionales, sino del adenosín trifosfato, una molécula fundamental en la obtención y gestión de la energía celular. La mejora del rendimiento atlético que la creatina logra gracias a esta ATP se debe a los dos grandes efectos que provoca su consumo. Tome nota. Aumenta el volumen de la fibra y el músculo;y además, permite aguantar más tiempo haciendo la misma actividad con una menor sensación de cansancio.
Como consecuencia, el deportista no solo logra un cuerpo más musculado con menos esfuerzo, sino que además su cuerpo se recupera mucho mejor y más fácil. La ciencia, además, ha demostrado que la creatina tiene efectos beneficiosos para la salud cardiovascular, cognitiva y de las personas mayores.
Como en los viejos sencillos de vinilo, el éxito de la cara A se acompaña de una cara B, menos glamurosa. El consumo mantenido de creatina puede llevar al organismo a dejar de generarla por su cuenta, y eso sí puede ser un problema. Sólo un verdadero profesional de la salud y el deporte pueden regular y aconsejar bien sobre su consumo.
La evidencia científica le aporta además otras pegas:
1. Aunque no genera problemas renales, se desaconseja en personas con complicaciones de riñón previas, que se pueden agravar. Los riñones la metabolizan
2. Sí puede causar daño renal, combinado con medicamentos tipo ibuprofeno o con diuréticos.
3. Puede causar problemas digestivos.
4. Puede generar aumento de peso.
5. Favorece el avance de la enfermedad de párkinson en personas afectadas y con alto consumo de café.
6. Está desaconsejado en mujeres embarazadas y jóvenes.
7. El riesgo de cáncer de testículo es un 65% mayor en los consumidores...
¿Es seguro? Sí. Pero si va a consumirse, como todo: con sentido común.
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