Fresas, el gran superalimento para el cerebro
El consumo periódico de la única fruta que lleva las semillas por fuera retrasa el envejecimiento y mejora la función cognitiva, sobre todo, en los mayores
Tenía ganas de arrancar esta crónica de nutrición con el clásico de los Beatles y hoy, por fin, tengo la ocasión. Busque la canción en su discoteca personal o plataforma digital preferida, 'Strawberry fields forever', pínchela y comience la lectura. Un nuevo estudio confirma que el consumo de fresas retrasa el envejecimiento celular y mejora nuestra función cognitiva. El último trabajo que lo corrobora se ha realizado con personas mayores de 66 años, pero los hay anteriores con población de otras edades que llegan a la misma conclusión. La única fruta que, por cierto, lleva las semillas en su exterior –y posiblemente la más sensual (especialmente combinada con cava)– tiene la capacidad de protegernos frente a las enfermedades degenerativas del cerebro. Un chollo.
«Nos alienta que un simple cambio en la dieta, algo tan sencillo como agregar unas pocas fresas a la alimentación diaria pueda tener en las personas mayores un impacto tan importante», afirma la investigadora principal del estudio, Shirin Hoosmand, profesora de la Facultad de Ciencias del Ejercicio y la Nutrición de la Universidad Estatal de San Diego, en California (EE UU). Su grupo ha demostrado que esta fruta tan de temporada en este momento no sólo mejora la función cognitiva, sino que favorece una presión arterial más baja y actúa como un potente antioxidante. Vamos, que contribuye a frenar el proceso de envejecimiento. ¿Se le puede pedir más a un postre?
Y encima, menos colesterol malo
El estudio sólo tiene una pega, menor, pero pega al fin y al cabo. El grupo de población con el que se realizó fue pequeño. En total, 35 hombres y mujeres sanos con edades comprendidas entre los 66 y 78 años, que fueron divididos en dos grupos. Uno de ellos recibió 26 gramos de polvo de fresa liofilizado, que es el equivalente a dos porciones de fresas al día, y el otro polvo de control, es decir algo que parecía que era, pero no. Y así durante ocho semanas. ¿Qué pasó después?
Los resultados hablan por sí solos. Tras el consumo de fresas, la velocidad de procesamiento cognitivo de los voluntarios aumentó un 5,2%. Además, la presión arterial sistólica ( la 'tensión' que la mayoría de los mortales llamamos 'la alta') disminuyó un 3,6% y la capacidad antioxidante total aumentó de manera significativa un 10,2%. Si todo esto le parece poco sepa que los comedores de fresas perdieron un 1,1% de circunferencia de la cintura, mientras que los que tomaron el polvito de control de marras experimentaron un aumento significativo de los triglicéridos. Es decir, del colesterol. «Está claro que el consumo de esta fruta promueve la función cognitiva y protege frente a las enfermedades cardiovasculares», afirmó la investigadora líder del estudio.
Cuidado, eso sí, los alérgicos
Si todavía le queda alguna duda, sepa que las fresas son una fuente de muchos compuestos bioactivos. Además de poder cubrir con ellas el 100% de nuestras necesidades diarias de vitamina C, contienen nutrientes tan saludables para el corazón como folato, potasio, fibra, fitoesteroles (una sustancia fantástica para reducir el colesterol) y polifenoles (que es otra maravilla con poder cardioprotector).
En los últimos años viene hablándose mucho del potencial alérgico de las fresas, como el de los tomates. Depende de cada persona y también del tipo de fruto, según ha revelado un trabajo de la Universidad Técnica de Munich. En las personas de riesgo, su consumo suele provocar urticaria o dermatitis. El volumen de alérgicos a mil y una cosas crece día a día.
A cambio, por estudios anteriores, se sabe que las fresas protegen también contra el alzhéimer gracias a un elemento bioquímico que se encuentra en ellas, la pelargonidina. Como fruto rojo que son, constituyen una auténtica fuente de salud.
Llegados a este punto, sé que va a comprar unas fresitas para este fin de semana o se va a ir por ahí silbando la canción de los Beatles... ¡Jaja! Feliz fin de semana.
