Ucrania vuelve a atacar la región rusa de Kursk

Aprovechando el mal tiempo provocado por las lluvias de los últimos días, las fuerzas de Kiev abrieron fuego contra el asentamiento ruso de Tetkino. Como consecuencia de los enfrentamientos desatados, se anunció con urgencia una evacuación obligatoria en la región ucraniana de Sumy, limítrofe con Kursk. Las autoridades locales ordenaron a los residentes de Bilopillya y Vorozhba a abandonar las zonas de riesgo.

Medio centenar de militares ucranianos fueron detectados en las inmediaciones de la estación de tren, donde se produjo un tiroteo con las tropas rusas que forzó la retirada de los soldados a su territorio en el asentamiento de Ryzhevka. Durante el enfrentamiento una unidad de desminado, vehículos todoterreno y máquinas de ingeniería fueron destruidos.

Además, las tropas invasoras volaron un puente en las inmediaciones del asentamiento de Zvannoye, mientras la lucha se intensificaba con el uso de artillería, morteros y drones. El gobernador de Kursk, Alexander Jinshtein, denunció este lunes la muerte de tres civiles rusos, dos mujeres y un hombre, en una agresión protagonizada por drones ucranianos.

Los ataques entre Rusia y Ucrania no cesan pese a los esfuerzos diplomáticos realizados desde Estados Unidos para tratar de alcanzar un alto el fuego. El domingo, 34 personas murieron por el lanzamiento de varios misiles sobre Sumy, en uno de los bombardeos recientes más mortíferos. El mismo día, el presidente estadounidense, Donald Trump, se mostró optimista y aseguró que esta semana será «crítica» para las posibilidades de un acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia: «Creo que estamos más cerca. Una parte quizá no esté tan cerca como la otra, pero veremos», dijo. También tuvo palabras para el mandatario ruso, Vladímir Putin, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski. «Hay un odio tremendo entre estos dos hombres y entre algunos de los soldados y los generales. Llevan tres años luchando. Creo que tenemos una oportunidad muy buena de conseguirlo», apuntó.

La última propuesta que emerge desde Washington para poner fin a la guerra exige el renonocimiento de la anexión de Crimea en 2014, una línea roja para Zelenski, y la cesión de otras cuatro regiones ucranianas tomadas durante el conflicto. Es la hoja de ruta del enviado de Trump, Steve Witkoff, quien ha llegado a validar los postulados del Kremlin para que Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón permanezcan bajo el control de Moscú: «Hablan ruso. Se han celebrado referéndums en los que la abrumadora mayoría de la gente ha manifestado su deseo de estar bajo el dominio ruso». Así, obvia que las consultas en estos territorios invadidos se desarrollaron sin unas mínimas garantías democráticas y no han sido reconocidas por la gran mayoría de la comunidad internacional.