Los conservadores abandonan el Gobierno francés y debilitan aún más a Lecornu
La continuidad del nombrado dos veces primer ministro depende solo de los socialistas, que le exigen la «suspensión inmediata» de la reforma de las pensiones
El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, está contra las cuerdas pocas horas después de haber sido nombrado por segunda vez. Tras un culebrón de cinco ... días, marcado por su dimisión el lunes y su designación de nuevo el viernes a las diez de la noche, este dirigente ha arrancado su segundo mandato con una situación aún más frágil que en el primero, que duró menos de un mes.
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La actualidad francesa estuvo marcada este sábado por el anuncio oficial de que la derecha tradicional de Los Republicanos (LR) abandona el Ejecutivo. Esta crisis ha supuesto el punto final a la coalición gubernamental que compusieron hace un año los conservadores y los partidos afines al presidente Emmanuel Macron. «No queremos tumbar al Gobierno ni censurarlo», pero «no se dan las condiciones ni hay la confianza suficiente para que LR participe en él», indicó Othman Nasrou, secretario general de esa formación. Bruno Retailleau, ministro del Interior en funciones y líder de los conservadores, ya había indicado el día antes que esa alianza «ha muerto».
Además de haberse debilitado con la salida de LR, la continuidad del segundo Gobierno de Lecornu -el primero solo duró 14 horas- dependerá solo del Partido Socialista (PS). Si esa formación pulsa el botón rojo de la moción de censura, el primer ministro se verá obligado a dimitir por segunda vez. El resto de la izquierda (insumisos, comunistas y verdes) y la extrema derecha de Marine Le Pen ya han anunciado que censurarán a las primeras de cambio. Su caída definitiva lo convertiría en el tercer responsable del Ejecutivo con un paso fugaz por el Palacio de Matignon en apenas diez meses.
Pese al riesgo de inestabilidad y de un adelanto electoral, la derecha tradicional ha abandonado el Ejecutivo. Uno de los motivos es la voluntad de desmarcarse de Macron, cuya popularidad está por los suelos. «Vamos a apoyar al Gobierno desde el exterior en función de cada ley», explicó el 'número dos' de los conservadores, que no ejercerán una oposición frontal y desean aprobar unos presupuestos antes de final de año. Con la salida de LR y de UDI (una pequeña formación de centro-derecha), el gabinete solo contará con la participación de los partidos afines a Macron, peleados entre sí y que representan el 27% de los escaños en una Asamblea muy fragmentada.
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El próximo gabinete «debe poder actuar con libertad, sin ser prisionero de los partidos», dijo Lecornu, intentando quitar hierro a la debilidad parlamentaria. Hizo sus primeras declaraciones tras su peculiar segundo nombramiento desde una comisaría en el sur de la región de París. Alegó que ha aceptado de nuevo el cargo «porque no había muchos más candidatos». También insistió que los próximos ministros no deben tener ambiciones respecto a las elecciones presidenciales de 2027. Eso podría costarle el cargo a su amigo y titular de Justicia, el mediático Gérald Darmanin.
Lecornu afirmó, asimismo, que «todos los debates son posibles». Lo dijo al ser preguntado sobre si suspenderá la reforma de las pensiones de 2023. Esa impopular medida aumentó la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años y estableció que a partir de 2027 se tendrá que haber cotizado 43 años para recibir una pensión completa. El PS ha exigido una «suspensión inmediata» de esa norma y políticas que «mejoren el poder adquisitivo de los franceses».
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Moción de censura
«Esta película ya ha durado suficiente», aseguró Pierre Jouvet, portavoz socialista, quien advirtió de que «apoyaremos una moción de censura» si el primer ministro no satisface sus peticiones. Durante la reunión del viernes en el Elíseo, Macron se negó a ceder. Ante el riesgo de una muerte súbita en el Parlamento, ¿Lecornu se mostrará menos inflexible?
Aunque este mandatario batió en septiembre un récord de lentitud en Francia formando un Gobierno -tardó 27 días-, esta vez dispone de mucho menos tiempo. El Ejecutivo debe trasladar los presupuestos a la Asamblea Nacional antes del miércoles, lo que comporta que tenga que examinarlos el lunes como muy tarde. Por ello, los medios galos creen que nombrará a su Ejecutivo este domingo o el lunes para celebrar lo antes posible un primer Consejo de Ministros.
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Este dirigente, de 39 años, tiene previsto pronunciar su discurso de política general la semana que viene. Pocos días después, se enfrentará a la primera moción de censura. Representará la hora de la verdad para Lecornu. Y otra jornada de altos decibelios en el crepuscular segundo mandato de Macron.
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