Robos y daños en las obras de la Ludoteca retrasan su ejecución
La empresa que realiza los trabajos denuncia la sustracción de cables y materiales, y la comisión de actos vandálicos en el interior del edificio
el correo
Viernes, 7 de enero 2022, 00:00
Sustracción de cableado, herramientas, escaleras, interruptores y alargaderas y, en última instancia, retirada del cableado «que ya se había repuesto por tercera vez» y comisión ... de actos vandálicos en ventanas y balcones del edificio que han sido valorados en 6.000 euros. Esos son los daños y robos denunciados por la empresa Construcciones Riojanas Sáenz Mateo en las obras de la nueva Ludoteca, y que habrían sido cometidos en los treinta últimos días, tras constatar que los autores han accedido hasta en cinco ocasiones al interior del edificio que albergará en el futuro el centro municipal.
De ahí que la firma adjudicataria del proyecto, diseñado sobre dos de los 'chalets de los maestros' cedidos para tal fin por el Gobierno de La Rioja, haya optado por instalar cámaras de vigilancia y sensores de movimiento e iluminar el edificio por la noche, barajando incluso la posibilidad de contratar a un guardia jurado para que vigile el complejo en horario nocturno, al asumir que este tipo de actuaciones pueden provocar retrasos en la entrega de la obra, algo de lo que ya ha informado al Consistorio jarrero, que financia la actuación. «Reponer esas ventanas va a costar tiempo y dinero porque son especiales y hechas a medida, y porque se están produciendo también retrasos en la entrega de materiales a empresas como la nuestra», indican desde la constructora.
Este último fue, de suyo, el motivo por el que ya solicitó una prórroga el pasado mes de diciembre, al sufrir retrasos en la recepción de materiales. Y, aunque concluye el próximo 26 de febrero, su gerente Asier Arizmendiarrieta tiene dudas sobre el cumplimiento final de los plazos «si se siguen produciendo robos y actos de este tipo cada dos días. Desde la Policía Local nos dicen que tienen una patrulla para todo Haro y que no hay más efectivos», explicaba a este medio sin llegar a entender «que sólo haya una patrulla para toda la ciudad. Ellos también hacen lo que pueden, pero en estas circunstancias es muy difícil trabajar. Estamos muy preocupados», reconocía Arizmendiarrieta. «Las dos primeras veces ni denunciamos porque consideramos que íbamos a perder el tiempo, pero esto ya ha llegado a un punto insoportable. Parece que nos tienen calados y vigilados. Los ladrones tienen mucho tiempo libre».
La Corporación acepta estudiar la ampliación del plazo si se solicita una nueva prórroga.
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