Olarte sostiene que Rivado «no respeta a la oposición ni a los ciudadanos»

En opinión del líder de la formación conservadora, que instaba a su celebración, entiende que la actuación llevada a cabo por la regidora es «la más clara demostración de que no tiene ningún respeto a la oposición ni a los ciudadanos a los que ella misma representa», lamenta Alberto Olarte, que reconoce no sentirse sorprendido, en todo caso, por ello. En su opinión, Rivado «considera el pleno innecesario porque no le gusta dar explicaciones a la ciudad. Por eso agota los plazos legales y, de acuerdo con la Ley de Bases de Régimen Local, tiene que convocar el secretario municipal la sesión a los diez días, una vez agotado el plazo establecido, y a las doce del mediodía porque así lo marca la Ley».

Es este último apunte, a la hora a la que se celebrará la sesión pasado mañana, el detalle que en su opinión podría ser el objetivo perseguido por la presidenta de la sala al no atender la solicitud de los 'populares'. Se trata, remarca su portavoz en el Consistorio jarrero, de una franja que «complica, por extemporánea y cuestionable al tratarse de concejales que no se dedican de forma profesional a la política ni están liberados como algunos de los miembros del tripartito», la asistencia de muchos de los ediles de la Corporación que «tendrán que solicitar permiso en sus puestos de trabajo para poder participar en el debate, otros tendrán que modificar su agenda laboral y hasta es posible que alguno no acuda en última instancia».

Es una interpretación que considera respaldada por la existencia de otras convocatorias que han sido seriamente cuestionadas, tanto por el Partido Popular como por el grupo municipal de Ciudadanos, a lo largo de este año. Una de ellas de carácter ordinario una hora antes de la celebración de las Vísperas en honor de la Virgen de la Vega, a las que no tenían previsto acudir los concejales de PSOE, PR+ y Unidas Podemos y a las que consiguieron llegar porque Ciudadanos declinó debatir en profundidad las propuestas y el PP abandonó la sala un cuarto de hora antes para acudir al acto en la Basílica de la Vega.

Otra, la celebrada el pasado 17 de noviembre para debatir a las dos y media de la tarde la modificación presupuestaria que permitía hacer frente a los pagos comprometidos con la plantilla municipal, con 70.000 euros más de los previstos. «Estas no son las maneras», advirtieron aquel día los representantes del PP. Rafael García, el único edil de Ciudadanos que pudo acudir a la cita, no solo compartía esa tesis. También mostró su «sorpresa» al comprobar que uno de los miembros liberados del tripartito lo hacía de forma telemática, después de haber sido convocado a las dos y cuarto a la comisión de Hacienda donde se aprobó el informe previo a la celebración del pleno. «Si ni siquiera una concejala que cobra por trabajar en el Ayuntamiento puede asistir a esta hora, lo lógico es aplazar la sesión para otra ocasión», espetó entonces a la cúpula del Concejo.

En esta ocasión, todas sus críticas cobran mayor intensidad al no haber sido tenido en cuenta, siquiera, la solicitud planteada por el grupo Popular. «Da la sensación de que tratan de silenciar nuestra labor», plantea abiertamente Olarte.