Áyax, preso de sus palabras
José Vicente Moirón protagoniza una obra con once actores en escena que trae a nuestros días «temas universales, la esencia de la vida»
félix morquecho
Miércoles, 2 de abril 2014, 11:34
En Grecia nació el teatro en la forma que tenemos de entenderlo hoy en día, y allí Sófocles fue uno de los primeros autores cuya obra conformó ese gran bloque del teatro clásico. No es fácil ver en escena una de aquellas obras y menos aún la que mañana llega a Eibar. 'Áyax' es una historia que habla del honor y la palabra, y lo hace con ingredientes del siglo XXI.
La compañía extremeña Teatro del Noctámbulo puso en marcha una producción que sirvió para clausurar la edición de 2012 del Festival internacional de teatro clásico de Mérida. Después, aquel trabajo se adaptó para su cabida en teatros a la italiana y comenzó una gira que en el festival Garnacha de Rioja se saldó con los premios al mejor espectáculo, premio del público, mejor director y mejor actor. Este último fue para José Vicente Moirón en el papel de Áyax. «Cuando te ofrecen este papel primero te mueres de miedo, es una responsabilidad muy grande», reconoce recordando el estreno en el teatro romano de Mérida, con capacidad para 3.500 personas.
Después de aquella experiencia, la compañía adaptó la obra y ofrece un espectáculo en el que participan once actores y actrices. Para ver el teatro de Mérida hay que viajar a la localidad extremeña. Sin embargo, colocar la obra sobre cada escenario ofrece otros alicientes. «Perdemos la majestuosidad de esa fachada romana del teatro de Mérida, pero hemos ganado mucho en intimidad», señala el actor. «Hemos ganado en esos silencios, en esas escenas de amor hechas a media voz que el público digiere mejor. Se ha ganado en registros porque en Mérida el actor tiene que proyectar, son muchos metros y a veces sacrificas ciertos tonos para que el público lo escuche». Esta modalidad permite una mayor variedad de registros, tanto en el amor como en la guerra. Todo ello se acompaña de un vestuario y un maquillaje «muy gráfico y muy barroco. Ver eso en 9 metros cobra una dimensión extraordinaria».
Uno de los retos de esta producción fue llevar una obra escrita en torno al año 450 A.C. al público de hoy en día. «Miguel Murillo ha hecho una adaptación muy brillante que acerca mucho al público», remarca Moirón. «En Áyax se habla de muchas cosas, se habla del honor, de la manipulación de los hombres, de cumplir la palabra... cosas que hoy en día están muy deterioradas. Estamos cansados de oír a los políticos decir qué es lo que van a hacer en tiempo de elecciones, y luego no lo cumplen. Sin embargo aquí Áyax es preso de sus propias palabras».
La obra narra el retorno de Áyax de la guerra y la decepción que sufre al ver las promesas de sus jefes incumplidas. Cegado por un conjuro mata a las reses y condena a su pueblo al desastre. «Aún sabiendo que lo han hechizado decide suicidarse, que es como una dimisión, pero a lo grande», indica el protagonista señalando la actualidad que mantiene el mensaje de la obra. «Son temas universales, aunque los seres humanos evolucionamos, a veces no aprendemos y cometemos los mismo errores. Y esto es lo que nos cuentan los grandes clásicos, la esencia de la vida».
Propuesta actual
La obra está abierta a público de todas las edades y su protagonista destaca la música de Roque Baños como uno de los elementos que acercan la tragedia de Áyax hasta nuestros días. «Aunque es teatro clásico se trata de una propuesta muy actual. No declamamos como entonces. Hemos mantenido la esencia grecolatina, pero las interpretaciones, el planteamiento y la puesta en escena son muy actuales».
Ver a once actores y actrices en escena no es algo común en las producciones de hoy en día y eso también hace de esta obra algo diferente. Además, los integrantes de la compañía extremeña acuden con ganas a las Jornadas de Teatro de Eibar, «uno de los festivales más importantes de España, con más solera y donde juegan con la pluralidad del teatro. Está muy bien que todos los géneros tengan su hueco y que convivan».