Urdangarin, sobre su nueva relación con una compañera de trabajo: «Son cosas que pasan»
El exduque de Palma ha asegurado que la familia llevará esta situación «con la máxima tranquilidad» y añadió que «vamos a gestionarlo de la mejor manera»
IÑAKI JUEZ | JESÚS ANDRADE
Jueves, 20 de enero 2022, 09:04
«Son cosas que pasan». Son las primeras palabras de Iñaki Urdangarin tras la publicación de unas fotos en las que se ve en una actitud muy íntima con una compañera de trabajo en Vitoria, mientras su mujer, la infanta Cristina, permanece en Suiza. Las instantáneas captadas en la localidad francesa de Bidart, exclusiva de la revista Lecturas, han desvelado su relación con la analista contable Ainhoa Armentia. En ese sentido, el exduque de Palma ha asegurado que la familia llevará esta situación «con la máxima tranquilidad»
Había una gran expectación desde primera hora de la mañana en la plaza de Los Fueros de Vitoria, donde se sitúa el despacho de abogados de Imaz & Asociados donde trabajan Iñaki Urdangarin y su nueva pareja, Ainhoa Armentia. Una nube de cámaras de televisión, fotógrafos y periodistas de cadenas nacionales y prensa local esperaban a la llegada de los protagonistas para tratar de arrancarles una declaraciones tras desvelarse ayer su relación sentimental.
La pareja llegó finalmente a su lugar de trabajo, aunque por separado. El primero en aparecer ha sido Iñaki Urdangarin, que se ha acercado sobre los 8.20 horas a su lugar de trabajo en bicicleta, como suele ser habitual. Cinco minutos después aparecía Ainhoa Armentia, que ha rehusado hablar a los medios de comunicación. Después de diez horas de trabajo, ambos volvieron a abandonar el despacho de abogados por separado, y esta vez sin hacer declaraciones. Urdangarín se marcho en bicicleta y Armentia fue recogida en coche.
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No fue el caso de Iñaki Urdangarin, que en sus declaraciones recogidas por EL CORREO, aseguraba que su familia va a gestionar esta nueva situación «de la mejor manera posible» y «con la máxima tranquilidad». Sobre su nueva relación extramatrimonial, se ha limitado a decir que son «cosas que pasan». Curiosamente, las mismas palabras pronunciadas por su hijo Pablo ayer cuando opinó públicamente sobre las fotos de su padre con la vitoriana.
Iñaki Urdangarin conoció a su nueva pareja en el despacho Imaz & Asociados donde el exduque de Palma desarrolla labores como consultor desde hace diez meses como requisito indispensable para disfrutar del tercer grado para su condena por corrupción. Allí se enamoró de Ainhoa Armentia una vitoriana que desde enero de 2019 trabaja de «analista contable» en esta gestoría ubicada en el centro de la capital alavesa.
Casados y con hijos
Fuentes del entorno de ambos consultadas por este periódico reconocieron ayer que hace días que conocen su vínculo emocional. Urdangarin sigue casado con la infanta Cristina, con la que tiene cuatro hijos. Ainhoa también está casada y tiene dos hijos. Las instantáneas que han destapado su relación se tomaron el 11 de enero, mientras la infanta Cristina se encontraba en Ginebra, la ciudad suiza a la que el matrimonio trasladó su residencia hace años y donde trabaja la hermana del Rey.
Precisamente, la infanta Cristina todavía no dado una respuesta a la nueva relación sentimental al que todavía es su marido. No se descarta que ante la tormenta mediática la hermana del Rey realice sus primeras declaraciones sobre este asunto de un momento a otro debido al gran número de medios de comunicación que se han desplazado a la ciudad suiza de Ginebra, en la que reside junto a su hija Irene.
Ver fotos
La infanta será preguntada por las fotografías, en las que Urdangarin y su acompañante caminan uno al lado del otro, se ríen y se cogen de la mano con unos gestos que denotan complicidad, lo que hace entender que son algo más que amigos. En una de las instantáneas, los dos miran al mar observando a un surfista próximo a la orilla, mientras ella le coge del brazo. Ayer, Urdangarin no acudió a su puesto de trabajo. Sí lo hizo Ainhoa, quizá confiando en que todavía no se descubriría su identidad. A media tarde abandonó de manera precipitada la oficina en un coche que la recogió en la puerta.