Roman Polanski, nueva película de abusos

Siempre según el relato de la mujer, allí le esperaba desnudo, le arrancó la ropa y le golpeó «hasta que dejé de resistirme». Después, agrega, la violó «haciéndome sufrir todas las vicisitudes». El letrado del ganador de un Oscar ('El Pianista', 2010), Hervé Temime, anunció que Polanski «rechaza firmemente toda acusación», argumentando además que los hechos «nunca fueron puestos en conocimiento de la autoridad judicial». Adelantó que su cliente podría acusar a Monnier por denuncia falsa.

Valentine Monnier asegura en su columna que no tenía ningún vínculo «personal, ni profesional», y que apenas le conocía. Justifica que guardó silencio por «la impotencia de la justicia». Anteponiéndose a los que ya se preguntan por qué dar a conocer estos hechos 45 años después, asegura que no le produce «ningún alivio, expresándome en público y exponiendo inútilmente a mis allegados».

La respuesta está en 'Yo acuso', la última cinta de Roman Polanski que llegara estos días a las salas después de que el acusado ganara el Premio al Mejor Director en el último Festival de Venecia. En ella, desmenuza el 'caso Dreyfus', una historia real basada en la falsa acusación contra un militar francés por su condición de judío que hace más de un siglo enfrentó a la sociedad gala. Muchos han querido ver en esta película, un paralelismo de Polanski en busca de su propia redención personal. «'Yo acuso' ha marcado mi límite», asegura la denunciante. Monnier había enviado cartas en 2017 a la Policía de Los Ángeles, a Brigitte Macron (esposa del presidente francés) tras saltar el caso del depredador hollywoodiense Harvey Weinstein.

El autor de 'La semilla del diablo' ya fue acusado por la modelo Renate Langer de haberla violado en la misma casa suiza en 1973. Curiosamente, el realizador ha usado el país helvético como refugio para huir de las demandas de extradición de la Justicia de Estados Unidos. Esta es la cuarta denuncia por violación contra él, que ya fue condenado en EE UU por los abusos a Samantha Geimer en 1978. Logró huir del país para refugiarse... en Suiza.