Gildas, kendalls y chuleta: así ha sido la breve escapada de Rafa Nadal a Bilbao tras su retirada
La leyenda del tenis ha visitado este viernes la capital vizcaína acompañado de su mujer y de amigos íntimos de su Manacor natal
Hace justo dos semanas, Rafa Nadal ponía punto y final a una brillante etapa profesional que le ha encumbrado como el mejor deportista español de todos los tiempos. Un tenista único que se despedía definitivamente de una forma algo más amarga de la deseada tras caer en la Copa Davis. En este breve periodo de tiempo, el tenista balear se ha centrado en descansar, asimilar el cambio que le espera en su vida y disfrutar de sus seres queridos como nunca.
Pero también ha aprovechado para disfrutar más de su tiempo de ocio y hacer alguna escapada como la que le ha traído a Bilbao. Tras su adiós a las pistas, la leyenda del tenis ha visitado la capital vizcaína y se ha dejado ver en una de las zonas de poteo por excelencia de la ciudad, donde su presencia levantó una gran expectación.
Nadal viajó a la capital vizcaína este viernes en vuelo directo. Lo hizo acompañado de varios de sus amigos más íntimos y de su mujer Xisca Perelló. En esta ocasión, el único hijo de la pareja, Rafa Junior, se quedó en casa. En total, 17 personas que se plantaron en uno de los bares con más solera de la villa, el Satai, en la plaza Campuzano, muy conocido por sus gildas.
Tal y como ha relatado a EL CORREO Ander, el dueño del establecimiento, algunos de los amigos de Nadal visitan con frecuencia la villa por motivos laborales y cuando lo hacen nunca faltan a su cita con el Satai. De ahí, que Ander mantenga una estrecha relación con ellos. «Vienen mucho, todos los años se llevan lotería de Navidad», cuenta. Al ya extenista mallorquín no le conocía, pero este viernes por fin lo conseguía. «Llevaban muchos años diciéndome que le iban a traer al bar y ahora que se ha retirado así lo han hecho», señala emocionado el hostelero.
Gran expectación
Nadal, su esposa y su abultada cuadrilla ocuparon varias mesas del establecimiento y probaron las famosas gildas, ese bocado tan típico bilbaíno que tanto gusta. «Los amigos le decían todo el tiempo que son las mejores de Bilbao», cuenta divertido Ander. Y también hubo tiempo para tomarse unos kendall, el cóctel que le debe su nombre al emblemático entrenador del Athletic Howard Kendall. A finales de los 80, empezó a pedir este combinado a base de ginebra, zumo de naranja natural y schweppes naranja, en Lezama y acabó extendiéndose por toda la ciudad.
Todos los tomaron. «Rafa también y le encantó». Entre trago y trago, tuvo tiempo también para atender a sus admiradores. Su presencia en el Satai llegó a oídos de quienes estaban por la zona y muchos no dudaron en pedirle una foto. Y él fue muy atento con todos. «Es una persona muy natural, es muy majo». Tras su retirada, a Nadal se le vio «contento y algo más delgado, más fino de cara», tratando de disfrutar de esta nueva etapa de su vida.
Pero la visita a Bilbao dio para más. La pandilla de Rafa y su mujer se dieron un homenaje en el Asador Etxebarri. El establecimiento de Axpe, uno de los restaurantes vizcaínos galardonados con una Estrella Michelín, recibió este viernes a un comensal de excepción, que degustó su famoso menú degustación. Cuesta 280 euros -sin bebida- e incluye verduras, pescados, marisco y chuleta que Bittor Arginzoniz elabora a la parrilla.