El duque de Edimburgo ingresa en el hospital
Su internamiento ya estaba programado debido a una «afección preexistente». El consorte, de 98 años, no precisó una ambulancia
a. paniagua
Sábado, 21 de diciembre 2019, 00:55
El duque de Edimburgo, de 98 años, ingresó ayer en el Hospital King Edward VII de Londres para ser tratado de una dolencia que ya sufría desde hace tiempo. Según el Palacio de Buckingham, el internamiento ya estaba planificado. «El duque de Edimburgo viajó esta mañana desde Norfolk al Hospital King Edward VII de Londres para observación y tratamiento en relación con una afección preexistente. El ingreso es una medida de precaución, por consejo del doctor», se señala en un comunicado.
El traslado no exigió el concurso de una ambulancia. El marido de Isabel II se hallaba en su residencia de Sandringham, donde pasa gran parte de su tiempo desde que renunció a la actividad pública en 2017. Es su segunda visita al hospital en menos de un año. A mediados de enero, salió indemne de un accidente de tráfico en el que su coche volcó, un suceso ocurrido en la misma finca donde se encontraba el viernes. La conductora del otro vehículo implicado se rompió una muñeca. Pese a que el siniestro careció de consecuencias físicas para el duque Felipe, sí que las tuvo en su vida privada. A raíz del percance, el consorte tuvo que prescindir del carné de conducir, después de unas explicaciones erráticas sobre los hechos.
En abril del año pasado visitó el quirófano para que le fuera reemplazada la cadera. La operación fue un éxito y se repuso enseguida, de modo que su estancia hospitalaria se redujo a unos días. Conocido por sus legendarias meteduras de pata, este personaje alérgico a la modernidad y propio de la era posvictoriana se ha hecho acreedor de la simpatía de los británicos, que han acabado disculpando sus errores. El hecho de haber participado en 22.000 actos oficiales le ha convertido en una figura imprescindible en la vida social británica. También la reina de Inglaterra, de 93 años, la monarca más longeva del mundo, ha reducido en los últimos tiempos su presencia pública, aunque no tiene intención de abdicar. Y eso que no corren buenos aires para la monarquía británica. El escándalo sobre la involucración del príncipe Andrés en el 'caso Jeffrey Epstein', acusado de violación a menores y hallado muerto en la cárcel, ha puesto en dificultades a la institución.
Ayer fue un día agitado para otra monarquía europea. El príncipe Haakon de Noruega asumió la agenda oficial del rey Harald debido a la afección vírica que sufre su padre.