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Hay quien sabe perder y quien busca excusas cuando la audiencia descubre el teatro. Es el caso de Ana Herminia, última expulsada de 'Gh Dúo'. La pareja de Ángel Cristo Jr. lleva liándola en la casa desde el primer día y el público se ha hartado, tanto que votaron masivamente para eliminarla. Y aquello no sentó bien a la afectada. Las redes ya habían detectado que el hijo de Bárbara Rey daba instrucciones a su esposa en una de sus últimas conexiones, sugiriéndole con mímica que una lagrimita no vendría mal. Y la mujer sollozó como nunca. Antes, Ana Herminia había acusado falsamente a uno de sus compañeros de agredirla físicamente. Ya entonces Carlos Sobera tuvo que intervenir para aclarar las cosas, y el presentador tuvo que volver a la carga cuando la desterrada quiso argumentar su marcha del programa.
«No tengo mi salud bien y estoy súper contenta de volver a casa. Cuando no puedo dar el cien por cien, prefiero no estar. Hay mucha gente aquí que se merece la oportunidad de vivirlo. Yo no estoy bien de salud, llevo doce días con una hipertensión que me está matando. No quería abandonar para no irme por la puerta de atrás. Que me perdone Ángel, sé que quería que llegara más, pero mi salud es lo primero», argumentaba Ana Herminia al saberse expulsada por más del 70% de la audiencia. Ante el conveniente discurso, Sobera tuvo que entrar en escena. Muy serio, el presentador tomó la palabra. «No ha habido ningún problema de salud. Me gustaría aclarar que, en todo caso, siempre estás atendida y tomas la medicación correspondiente», esclarecía circunspecto. «Ana Herminia no se ha ido por un tema de salud, sino por la decisión de la audiencia», zanjaba con tono severo.
Para tratar de relajar el ambiente, sin restar importancia al asunto principal, Sobera se dirigía en plató a Ángel Cristo. «Ana habla de la tensión, pero creo que ella tiene desde hace días la convicción de que estaba abocada a marcharse», resumía. Pero el hijo del domador torcía el gesto. «Ella no está bien y me quedo con la felicidad de verla porque esto no le está viniendo bien», insistía Cristo perseverando en que su pareja tiene un problema de tensión. E iba más lejos. «Tiene la tensión por las nubes y se podría quedar ahí con un ictus o algo... Sí, tiene un problema de tensión y de corazón, y toma medicación de por vida», dramatizaba. El comunicador no tragaba. «Sabes que ante cualquier mínimo problema habría habido una ambulancia en la puerta», precisaba. Y reiteraba: «El problema es que está muy desaminada y eso le ha afectado. Para dejarlo claro: ella entra con un informe médico muy favorable, su tensión está muy medida y ella entra de manera voluntaria. Está muy cuidada. Como está en un momento emocional difícil, probablemente recurre a eso».
Ya en plató, Ana Herminia se mostraba frágil y aludía constantemente a su problema de salud. «No me encuentro bien, pero vamos al lío», manifestaba con cara apenada antes de enfrentarse a sus vídeos. Cuando le tocó asumir las imágenes de su acusación falsa ante Javi, buscó otra excusa. «Se puede escuchar mi voz después de tomar un zaldiar, un lorazepam y un orfidal. Así estaba yo», se justificaba. Su marido negaba con la cabeza animándole a pedir perdón sin ambages. Al final, aceptó a medias. «Lo exageré, pues sí, porque estaba con una medicación que no es. Pero no me justifico y pido excusas», zanjaba sin demasiada convicción.
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