¿Es posible que tus hijos te obedezcan a la primera?
Hay que ser concretos y claros a la hora de dar las órdenes y hacerles entender las consecuencias de sus actos
carlos nieto garcía
Sábado, 24 de septiembre 2022, 19:29
Que si recoge la mesa, que si haz la cama, que si no te pelees con tu hermano o hermana… La de veces que damos órdenes, o lo intentamos, a nuestros hijos a lo largo del día resultan a veces incontables a la par que desgastadoras. La psicóloga infantil y redactora en el blog Etapa Infantil Jennifer Delgado nos aporta varios consejos que, aunque advierte de que no son infalibles y pueden no funcionar al instante, nos pueden ser de gran ayuda.
1. Concreción y claridad en las órdenes
«Un error que cometen muchos padres es dar a sus hijos instrucciones demasiado largas o enrevesadas», explica Delgado, que dice que «los niños tienen una atención reducida y aunque quieran obedecerte a la primera, no recuerden qué instrucciones les diste o estas le parezcan demasiado vagas». Por ello, propone, en el caso de que sean muy pequeños, ir de una en una y simplificar la orden. «En lugar de decir 'no te olvides de los libros ni de los juguetes que estaban en el suelo', es mejor decir 'pon los libros en la estantería y guarda los juguetes en la caja'».
2. Conseguir que sean consecuentes con sus decisiones
«Hacerles saber que no obedecer tus órdenes a la primera puede tener consecuencias más allá de la desobediencia puede ayudarles a tomar mejores decisiones», añade la experta. Por ejemplo, si en lugar de decirles: '¿Puedes hacer la cama? Hace un rato que te pedí que hicieras la cama… Por favor, ¿puedes hacer la cama?' podemos probar a utilizar: 'Por favor, ¿puedes hacer la cama? Cuanto antes la hagas, antes podremos irnos al parque a jugar'. De esta manera, verán que aquello que le pides tiene un fin que les beneficia.
3. Marca reglas
«Un niño necesita normas porque les enseñan lo que pueden o no hacer, lo cual les hace sentirse más seguros y confiados en su entorno». Y para que las entienda, primero hay que explicarlas con claridad. «Lo ideal es que converses con los niños y les expliques por qué es importante la obediencia para una convivencia armónica y les expongas los motivos por los que deberían obedecer a la primera cuando les pides que hagan algo», aporta la también profesora de universidad.
4. Da las órdenes en positivo
«Al igual que los adultos, los niños reaccionan mejor cuando les pides las cosas de manera positiva que cuando lo haces a través de un matiz negativo», prosigue Delgado. No es lo mismo decirles: 'No chilles más' a pedirles 'Por favor, puedes hablar más bajo'. «Se trata de la misma petición, pero la segunda es una manera más respetuosa de pedirles que bajen la voz porque están molestando a los demás».
5. Lenguaje no verbal
Cuando las palabras no bastan y no transmiten del todo el mensaje, la gestualidad, las miradas, el tono, entran en juego. «Es importante cuidar el lenguaje no verbal que usas con tus hijos para enviarles el mensaje adecuado y ser coherente con lo que dices y haces. Por ejemplo, si quieres que tus hijos escuchen atentamente lo que dices, puedes utilizar un tono de voz bajo pero firme, que no autoritario, para que preste atención a lo que les estás explicando». La especialista aporta otro ejemplo. «Otro recurso no verbal muy efectivo consiste en agacharte hasta la altura de los niños y mirarlos a los ojos mientras hablas. De esta manera, no solo te aseguras que te escuchan, sino que acortas distancia emocional con los pequeños, mostrándote más empático y conciliador». Delgado culmina lanzando un aviso: «Evita gesticular demasiado o parecer irritado o frustrado cuando les pides algo a los niños, esto no ayudará en nada, sino que puede restarte autoridad ante sus ojos»