Naturaleza: la píldora que recetan los pediatras para mejorar la salud física y psíquica en la infancia
Tres de cada cuatro escolares españoles de 7 a 17 años ni siquiera practica al menos una hora diaria de actividad o juego al aire libre
MANUELA DÍAZ
Martes, 26 de julio 2022, 19:24
Además de aumentar la felicidad y el bienestar físico y mental, el contacto con la naturaleza tiene importantes beneficios para la salud en la infancia. La industria y las tecnologías se han convertido en un obstáculo para que muchos niños y adolescentes vivan en contacto con el medio natural expuestos a su vez a la contaminación. La Asociación Española de Pediatría (AEP) urge a revertir este creciente déficit ya que tres de cada cuatro escolares españoles de 7 a 17 años ni siquiera llega a practicar al menos una hora diaria de actividad o juego al aire libre en un parque urbano, en la montaña, en la playa o en la calle, que es el tiempo que desde la AEP consideran deseable para un desarrollo saludable.
El Comité de Salud Medioambiental de la AEP, creado en 2017 con el lema “Mejorar la salud de los niños, protegiendo el planeta”, estima que los niños y adolescentes deberían pasar, al menos, una hora al día realizando actividad al aire libre para garantizar un adecuado contacto con la naturaleza. Desde la AEP, su presidente, el doctor Luis Carlos Blesa, apunta que el reto de los pediatras es convertirse en un “referente internacional en la `prescripción de Naturaleza´ para estimular el autocuidado, predicar con el ejemplo y motivar cambios en las familias”.
Colectivo vulnerable
Segun la AEP, la infancia y la adolescencia es el colectivo más vulnerable a los efectos nocivos del medioambiente. El doctor Juan Antonio Ortega, coordinador del Comité de Salud Medioambiental de la AEP, afirma que de la misma forma que existen unos periodos críticos a lo largo del desarrollo fetal e infanto-juvenil donde exposición a tóxicos medioambientales generan determinados efectos deletéreos en la salud, "existen unos periodos del desarrollo durante los cuales el contacto y respeto con la naturaleza llena necesidades importantes para un adecuado desarrollo y completa maduración infantil y juvenil".
Enfermedades ante la falta de contacto de la naturaleza
El progreso, la industrialización y las pantallas han traído consigo patologías directamente relacionadas con un entorno cada vez más contaminado y nocivo. Según el doctor Juan Antonio Ortega, la falta de contacto con la naturaleza, impulsa el sedentarismo y, por tanto, favorece la obesidad, enfermedades respiratorias y cardiovasculares, trastornos de conducta, comportamiento, atención, empeoramiento de las enfermedades crónicas, disminuye los niveles de vitamina D, pérdida de audición y agudeza visual, mayor exposición a carcinógenos e incremento del estrés.
“El asma y las patologías respiratorias han duplicado su prevalencia desde 1980 y el 10% de los niños padecen asma; los trastornos del espectro autista, el déficit de atención y la hiperactividad afectan ya a uno de cada 80 recién nacidos vivos; el cáncer infantil y adolescente incrementa su incidencia entre el 1% y el 1,5% anualmente y otras enfermedades endocrinológicas como alteraciones tiroideas, diabetes o anomalías en la pubertad y el desarrollo también siguen una pauta ascendente. Eso por no hablar de la globesidad, cuya prevalencia en la población infantil es alarmante desde hace algunos años llegando en algunas comunidades autónomas al 33% de los niños en edad escolar”, explica.
Se trata de enfermedades que han sido señaladas por las autoridades sanitarias como trastornos relacionados con el medioambiente, tal y como recoge la Oficina Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Plan de Acción para el Medio Ambiente y la Salud de los Niños en Europa (CEHAPE, sus siglas en inglés). Y lo que es más importante, la mayoría de estas enfermedades son evitables procurando a nuestros niños entornos más saludables. “Se ha estudiado mejor el efecto positivo en la salud mental que en las enfermedades somáticas, y aunque el beneficio se ha demostrado en el corto plazo es esperable que repercuta en la salud global y bienestar de la vida adulta de los individuos”, indica Ortega. También se ha descrito cómo el contacto con la naturaleza mejora el control de enfermedades crónicas como la diabetes, asma, obesidad, supervivientes de cáncer, entre otras, contribuye a prevenir la adicción a alcohol y otras drogas, mejora los resultados reproductivos y en el recién nacido, mejora el rendimiento escolar y las pruebas cognitivas, incrementa la función pulmonar y los niveles de vitamina D y, finalmente “se ha objetivado una reducción significativa de las visitas al médico”, asegura el experto que insiste en la importancia del trinomio formado por la salud, enfermedad y medioambiente.
25 efectos beneficiosos de la naturaleza en la salud
1. Disminuye la mortalidad global -3,5% por cada incremento 10% de zonas verdes-
2. Aumenta la felicidad y sensación de bienestar
3. Aumenta la sociabilidad
4. Reduce las conductas agresivas, la hiperactividad y mejora la atención
5. Reduce la ansiedad y depresión
6. Reduce el estrés y marcadores de inflamación
7. Mejora el sueño
8. Disminuye el riesgo cardiovascular
9. Mejora el neurodesarrollo motor (coordinación y equilibrio) y cognitivo
10. Mejora el rendimiento escolar y test de lectura
11. Disminuye el consumo de alcohol y otras drogas
12. Mejora los resultados reproductivos y el peso recién nacido
13. Disminuye el sobrepeso y obesidad infantil
14. Disminuye el riesgo de diabetes
15. Mejora las habilidades motoras, sociales y de conectividad en los enfermos con trastornos del neurodesarrollo como el TEAF y la TEA
16. Mejora la calidad de vida relacionada con la salud en los supervivientes de cáncer
17. Disminuye el riesgo y aumenta la supervivencia global de algunos tipos de cáncer
18. Mejora el sistema inmune: aumenta la actividad NK, expresión de proteínas anticáncer e inmunoglobulina A en mucosas
19. Mejora la agudeza visual
20. Incrementa la función pulmonar y mejora el asma
21. Aumenta el nivel de actividad física
22. Aumenta los niveles de vitamina D
23. Mejora el control del dolor agudo y crónico
24. Recuperación quirúrgica más rápida
25. Reduce las visitas al médico y el consumo de fármacos