Bildu y Sumar ven «difícil» que el voto exterior les reporte un escaño más
La coalición soberanista y la izquierda confederal aspiran a arrebatar los últimos asientos del PSE en Gipuzkoa y Bizkaia en el recuento del viernes
El escrutinio de las elecciones autonómicas todavía no es el definitivo. El domingo por la noche se contaron las 1.070.467 papeletas emitidas presencialmente ... o por correo (un 62,5% del censo), pero no será hasta el viernes cuando se añadan los 8.219 votos llegados desde el extranjero (un 10% de quienes tenían derecho a ello). Esos ingredientes nuevos en la coctelera podrían alterar el resultado final, aunque, con los datos en la mano, una variación en el reparto de escaños se estima improbable.
Publicidad
Lo que podría cambiar el llamado voto CERA (censo de residentes ausentes) es la atribución del último escaño en cada uno de los tres territorios históricos. En Bizkaia, fue a parar al PSE-EE con una ventaja de 738 votos respecto a Sumar, que se quedó a las puertas. En Gipuzkoa, el gato al agua se lo llevaron también los socialistas con una diferencia de 1.360 votos frente a EH Bildu. Y en Álava, donde la brecha parece del todo insalvable, se lo quedó la coalición soberanista con un margen de 3.714 votos frente al PNV.
El margen más estrecho está en Bizkaia, donde Sumar se quedó a 739 papeletas de quitarle el último asiento al PSE
En el recuento del viernes, se añadirán 3.703 votos en Bizkaia, 3.540 en Gipuzkoa y 954 en Álava. Y, una vez sumados a los que se contaron en la noche del domingo, se procederá a calcular los nuevos cocientes en base al sistema D'Hondt. Es decir, la fórmula no implica que, por ejemplo en suelo vizcaíno, Sumar deba sacar 739 apoyos más que el PSE-EE para arrebatarle ese asiento. Aun así, fuentes de esta formación y también de EH Bildu asumen que es «difícil» que el voto CERA cambie el panorama.
En cualquier caso, no sería la primera vez que algo así ocurre. En 2020, PP+Cs consiguió su segundo escaño por Bizkaia en detrimento de EH Bildu gracias al voto extranjero y también por la corrección de un fallo en los datos de una mesa electoral del centro de Bilbao, en la que se le había descontado un centenar de papeletas. En 2016 fue la coalición soberanista la que se benefició del cambio al conseguir su quinto asiento en suelo vizcaíno y se lo quitó al PNV, que perdió así la mayoría absoluta con el PSE-EE. Esto podría volver a ocurrir si en el recuento del viernes los socialistas pierden los últimos asientos conseguidos en Bizkaia y Gipuzkoa.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión