La batalla más polarizada de todas las elecciones
Gipuzkoa ·
PNV y EH Bildu, con la ventaja que les dan las encuestas, tratan de convertir los comicios en un cara a cara en el que el resto de partidos buscan su espacioGipuzkoa se prepara para ser el escenario de la batalla más polarizada del 28-M en Euskadi. Frente al dominio casi hegemónico del PNV en ... Bizkaia y las múltiples opciones que se abren en Álava, la pelea más cruenta entre las dos formaciones abertzales se vivirá en el territorio gobernado durante los últimos ocho años por Markel Olano. PNV y EH Bildu se han sumergido en una guerra de desgaste que deja poco espacio para sobresalir al resto de partidos, que aun así intentan defender su espacio. Los socialistas aspiran a retener, al menos, su fuerte implantación municipal, Elkarrekin Podemos-IU a seguir manteniendo espacios de poder y el PP a resistir.
Hay una certeza. Gipuzkoa tendrá diputada general. Olano dio un paso atrás y el PNV ha optado por Eider Mendoza, que en los últimos años ha ejercido de portavoz foral. Enfrente tendrá a Maddalen Iriarte, en una demostración de lo que para EH Bildu significan estos comicios. Las encuestas indican que las dos formaciones van muy por delante del resto. Según el Sociómetro del Gobierno vasco publicado el viernes, la diferencia entre ambas sería de menos de tres puntos, con el PSE-EE como tercera fuerza a más de veinte.
Las dos son conscientes de que un vuelco electoral supondría un terremoto político que reforzaría a los de Arnaldo Otegi de cara a las autonómicas del año que viene. Y por eso la pelea es tan intensa. Los jeltzales están utilizando una estrategia muy similar a la que emplearon en citas anteriores. Alertar de los riesgos que, en su opinión, supondría que EH Bildu volviese a ocupar el sillón foral. En el recuerdo está el mandato de Martin Garitano (2011-2015) y la polémica sobre la recogida de basuras 'puerta a puerta'. En la coalición soberanista se admite que en cierta medida aquello les sigue suponiendo un lastre que les impide volver a dar el 'sorpasso' y genera un voto útil hacia la formación jeltzale.
Las claves
Batalla
La pelea se presenta entre la jeltzale Eider Mendoza y la soberanista Maddalen Iriarte
Meta
Los socialistas confían en ser relevantes y mantener su poder municipal
Resistencia
El horizonte de Elkarrekin Podemos y el PP es más complicado, y buscan resistir
De ahí que EH Bildu esté reforzando durante los últimos meses su perfil gestor, con apuestas arriesgadas internamente como la asunción de que en determinados casos habrá que instalar parques eólicos de cierto tamaño, algo que hasta ahora la izquierda abertzale consideraba un anatema. El ejemplo más claro de este giro estratégico se dio en Azpeitia, gobernada por EH Bildu.
El cruce dialéctico está siendo intenso y Joseba Egibar ha llegado a calificar a los miembros de la coalición soberanista de «pancarteros». Los dos juegan a polarizar el debate. Si los jeltzales buscan desgastar la credibilidad de los de Arnaldo Otegi, éstos responden presentándose como la única alternativa real al «modelo PNV» e intentando pescar votos en aquellos caladeros críticos con cuestiones como la incineradora o el excesivo peso del turismo en San Sebastián. Ahí han recabado el apoyo de la que fuera líder de Podemos Euskadi, Nagua Alba. En la capital se da por segura la victoria de Eneko Goia, aunque el Sociómetro ofrecía un dato relevante: en voto directo la primera opción es la coalición soberanista.
Ser la primera fuerza
¿Pero tiene EH Bildu opciones reales de gobernar Gipuzkoa como sucedió entre 2011 y 2015? La propia izquierda abertzale reconoce que pocas porque lo de hace doce años ocurrió en un contexto muy concreto, con un PNV que había sufrido un notable desgaste y una EH Bildu impulsada por su reciente legalización. Una década después gobernar se ve casi como imposible porque nadie duda de que se reeditará el pacto entre el PNV y el PSE. El objetivo de Iriarte es convertirse en primera fuerza. Sería una victoria simbólica, pero con una importante carga política porque metería presión al PSE y a Podemos para abrir el campo teórico de alianzas.
Los socialistas son optimistas y están convencidos de que seguirán teniendo un papel fundamental en Gipuzkoa. Sobre todo por su peso municipal. Gobierna en ocho localidades, dos de ellas situadas entre las más pobladas: Irún y Eibar. Dos municipios que, además, tienen un elemento en común. En ambos, las relaciones entre el PSE y el PNV son tirantes en el mejor de los casos y en ambos se están trabajando fórmulas alternativas que a día de hoy solo tienen alcance local pero que siempre son analizadas con lupa. En la localidad fronteriza gobierna con Podemos y en la villa armera ha pactado los Presupuestos con EH Bildu.
El escenario para los morados y el PP es más complicado. Las encuestas apuntan a que Podemos va a la baja y podría reducir de forma notable su representación. Aun así, confían en revertir esa tendencia y contarán con la ayuda de Yolanda Díaz, que hará mitin en San Sebastián, y de Irene Montero, que estará en Renteria, donde forma parte del gobierno municipal con EH Bildu.
El PP también afronta un reto difícil. Hace cuatro años apenas logró sacar un juntero por la circunscripción de Donostialdea, y el horizonte ahora no pinta mucho mejor. La formación liderada por Carlos Iturgaiz confía en que regresen los votos que se le fueron a Ciudadanos y que el impacto de Vox sea mínimo, y a partir de ahí volver a crecer.
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