Urkullu rechaza recibir a ELA y LAB y les acusa de organizar una huelga «desproporcionada»
El lehendakari entiende que la mayoría de las reivindicaciones del paro general del día 30 «exceden» de las competencias de su Gobierno
El lehendakari Urkullu ha declinado por carta recibir a los líderes de ELA y LAB, Mitxel Lakuntza y Garbiñe Aranburu, que le habían pedido una reunión para explicarle por qué han convocado una huelga general el próximo día 30 en Euskadi y Navarra. Una movilización para exigir mejoras en las pensiones y en las condiciones laborales y sociales -cuestiones cuya competencia radican en el Congreso y el Gobierno español- que no cuenta con el apoyo de los otras dos grandes sindicatos vascos, CC OO y UGT, y que ha fracturado sobremanera al movimiento de los pensionistas.
Urkullu, en su primer pronunciamiento desde que las dos centrales abertzales anunciaran el paro bajo el paraguas de la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria, reclama a ELA y LAB que reconsideren y desconvoquen una huelga «desproporcionada» que «sólo provocará un perjuicio al normal desenvolvimiento de la economía y la vida ciudadana». Convocarla tres meses antes de pedirle una reunión -los sindicatos la adelantaron el 23 de octubre-, dice, «no es una iniciativa lógica y consecuente para exponer, debatir y negociar unas reivindicaciones» que, en la mayor parte de los casos, quedan «fuera del ámbito competencial del Gobierno vasco».
La carta de Urkullu, fechada el jueves, fue difundida horas después de que ELA y LAB criticaran en una nota al lehendakari por «compartir espacios» con una patronal a la que «pone alfombra roja» pese a que «impulsa la precariedad», mientras se niega a reunirse con ellos, «la mayoría sindical de este país que realiza propuestas para terminar con la precariedad y la pobreza». Una actitud «poco democrática» y muy diferente, subrayaron, a la de la presidenta de Navarra, la socialista María Chivite, que les ha citado para el próximo día 27.
En su carta de respuesta a ELA y LAB, Urkullu arranca recordando a los dos líderes que en Euskadi hay, además de ellos, otros agentes sociales a los que no cita y que también tienen su espacio. El lehendakari participó el jueves en una jornada en defensa de la industria organizada por UGT en Vitoria en cuya clausura alabó el «compromiso» del sindicato socialista con el diálogo social, la «única vía para anticipar respuestas y ofrecer soluciones».
El jefe del Ejecutivo vasco responde a las cuatro reivindicaciones de ELA y LAB. El sistema público de pensiones, apunta, es competencia exclusiva del Gobierno español y los dos sindicatos nacionalistas la «confunden interesadamente con una política subisidiaria y complementaria a modo de prestaciones económicas por el Sistema Vasco de Garantía de Ingresos». La segunda cuestión, añade, es la legislación laboral, que también reside en el Parlamento y el Gobierno españoles. En este punto, muestra su sorpresa por las críticas de ELA y LAB cuando su gabinete ha mostrado a las claras que está contra la reforma laboral aprobada en su día por Rajoy.
También desmonta Urkullu la tercera exigencia, una mención general a los derechos sociales, citando las iniciativas vascas sobre la vivienda -que al considerar un «derecho subjetivo» es una norma pionera- y la dependencia, un «compromiso cuyo desarrollo se encuentra muy por encima de nuestro entorno».
El lehendakari se extiende en la cuarta reivindicación, la relacionada con un marco propio de relaciones laborales. Afea a ELA y LAB la contradicción que supone defenderlo mientras, de forma simultánea, ambos se «niegan» a participar en foros en los que se puede materializar ese marco propio como son la Mesa de Diálogo Social, el Consejo de Relaciones Laborales, el Consejo Económico y Social o Lanbide.
Por todo ello, rehúsa el encuentro tras exigir a ELA y LAB una reflexión «crítica» sobre el «manifiesto desajuste» que supone «convocar una huelga aduciendo reivindicaciones que exceden a las competencias del Gobierno vasco».